Descripción enviada por el equipo del proyecto. Cortesía de Sebastián Irarrázaval
La casa en La Reserva está relacionada con la idea de los contenedores ya que no tiene lugar. Se trata de una casa para la venta sin un sitio predeterminado. Por costos, tenía que ser muy sencilla y lograr atraer a uno o varios clientes no solo por su apariencia y precio, sino que también por ofrecer una forma de habitarse no convencional y donde el lujo estuviera, no en los materiales, sino que en los tamaños verticales. El esquema de planta es en cruz y establece unas relaciones visuales atravesadas con la calle y el paisaje. La cocina y los estares familiares se ubican en el segundo nivel en un volumen cúbico de 4 metros de altura desde el que se dominan las vistas lejanas . Los dormitorios, por su parte, están al nivel del suelo, conectados con el jardín.
Con relación a su materialidad, y como diría Mohsen Mostafavi “ el edificio reconoce la inevitablidad de la acción del clima sobre los materiales como una continuación del proceso constructivo mas que una fuerza antagónica ”
Los paneles de acero están allí para generar un doble fachada que se calienta y mueve el aire , enfriando la tabiquería en contacto con el interior.
Se han tomado también ciertas consideraciones acústicas para evitar las reverberaciones que se producen en volúmenes cúbicos de gran altura. Para evitar esto se generó un cielo de madera a la manera de un rack con una espalda de lana mineral.