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Arquitectos: Giancarlo Mazzanti; Giancarlo Mazzanti
- Área: 11200 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Sergio Gomez, Fundación Pies Descalzos
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Proveedores: Argos, Arkos, Energia Solar, Metalicas Castillo, Rocca, Termothar, Titan, mcmdca
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El mega-colegio proyectado para la fundación Pies Descalzos en la loma del Peye, en la ciudad de Cartagena – Colombia, busca ser un proyecto arquitectónico y urbanístico con gran impacto social que se consolide como el motor de cambio para los habitantes de la zona y la ciudad. Este proyecto debe optimizar las condiciones de vida de las personas, generando alternativas de desarrollo personal y comunitario, y debe iniciar la transformación de su entorno y a la vez convertirse en un hito urbano, símbolo de la ciudad que genere apropiación y orgullo en sus habitantes. El diseño de este colegio tiene como fundamento usar la mayoría de conceptos de sostenibilidad, que asegure el confort de los usuarios, utilizando la mínima cantidad de recursos. Los conceptos primordiales del proyecto son los siguientes:
- Integración Espacial
- Inclusión Social
- Generación de una fuerte Imagen Urbana
- Implementación de una arquitectura bioclimática y ambientalmente sostenible.
El diseño arquitectónico de este proyecto se plantea como la secuencia e interrelación de cinco hexágonos, cada uno se define por un perímetro de dos niveles y un patio central de actividades. En ellos es tan importante el perímetro construido, como el espacio vacío interior y la relación con los demás anillos. Mientras los contornos hexagonales construyen una circulación perimetral y acogen el programa especifico de aulas del colegio, los patios cubiertos por una pérgola son sembrados con diversas especies de árboles y vegetación arbustiva tropical y nativa conformando un microclima, que permiten caracterizar o sugerir las actividades que en ellos se lleven a cabo; su configuración vegetal en altura, atraerá fauna nativa y abrirá de manera concreta la posibilidad de la educación ecológica. La imagen proyectada es la de una arquitectura de apropiación, liviana y tranquila.
El proyecto se implanta a dos niveles topográficos diferentes para adaptarse de mejor manera a la topografía inclinada de la Loma del Peye. A cada nivel se agrupan los hexágonos de dos plantas con el fin de lograr una interrelación tanto horizontal (conformando un nivel intermedio), como vertical. El programa funcional aprovecha este método de partes en secuencia para permite una flexibilidad de interrelaciones y posibles independencias y luego definir las diferentes áreas programáticas del proyecto:
La zona de preescolar se sitúa de manera autónoma y en un solo nivel con un patio independiente dentro de un hexágono menor. Asimismo, la biblioteca debe contar con una autonomía necesaria para funcionar a la comunidad fuera del horario escolar, por esta razón se utiliza la ventaja del hexágono aislado en segundo nivel y con acceso directo por fuera del colegio.
En un hexágono mayor se ubica primaria. En el nivel topográfico bajo se ubica otro hexágono mayor y menor que contienen el programa de secundaria. Ambos niveles están conectados verticalmente por una rampa central y escaleras en puntos clave de algunos vértices de los hexágonos.
Las aulas especializadas del proyecto son elementos distintivos que se extruden en voladizo; nacen de las formas puras hexagonales y crean grandes ventanales que reafirman una conexión visual con la cuidad lejana.
Al conjunto de hexágonos se adiciona además una zona de aula múltiple y de servicios deportivos del colegio que conforma en su cubierta una amplia plazoleta de acceso y recibimiento relacionado a los tres niveles del proyecto.
Relación con la ciudad
Desde el punto de vista urbano, el proyecto contara con un acceso controlado en dos sectores el primero será de acceso a la ciudadanía y a los estudiantes, el segundo será solo de acceso a los estudiantes. El proyecto deja zonas abiertas, públicas estratégicas en las zonas de conexión con el barrio circundante
Más que un colegio aislado se pretende desarrollar un proyecto urbano que promueva nuevas centralidades sectoriales con los equipamientos existentes en el colegio, utilizando la biblioteca, las canchas y el aula múltiple como apoyos a las actividades barriales.
El edificio se plantea como una construcción emblemática para el barrio. Su geometría y posición lo diferencia del contexto que lo rodea, y lo sitúa como un edifico de fácil reconocimiento que permite aglutinar a la comunidad.