- Año: 2013
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Fotografías:Peter Aaron / Esto
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Proveedores: Unilock, VetroTech Saint-Gobain
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Tal como fue diseñado, los 14,000 m² de la Escuela de negocios de la Universidad de Rutgers, dan la bienvenida al Campus Livingston ubicado en Piscataway, New Jersey. El edificio en forma de “L” se extiende 18 metros sobre Rockafeller Road, convirtiéndose en la entrada más transitada del campus. El edificio forma parte de un plan maestro para convertir al campus en un desarrollo de alta densidad, con instalaciones urbanas y servicios compartidos apto para peatones. Asimismo, el edificio refleja el cambio constante hacia una educación superior, alejada de una organización enfocada en las aulas, orientándose a su vez en espacios colaborativos. Este cambio se enfatiza en negocios contemporáneos donde el intercambio de ideas, cultura, y conceptos es necesario para crear, evaluar y vender grandes ideas.
El edificio se organiza en tres franjas: aulas, oficinas, y espacios públicos conectados de manera vertical por un atrio, mientras que de manera horizontal las franjas se conectan por medio de diversos espacios comunes de distintas escalas, que van desde rincones personales hasta grandes áreas comunes. Los espacios de circulación reúnen, en lugar de separar los diferentes programas del edificio, aumentando el nivel de interacción entre los mismos. Los profesores están localizados en el corazón de la escuela, al alcance de sus estudiantes, convirtiéndose tanto en fuentes de información como colaboradores en la dinámica evolución de ideas que ocurre en la institución.
La Escuela de negocios, como todas las nuevas construcciones de la Universidad de Rutgers, tendrá una certificación equivalente a LEED Silver. La electricidad del edificio será abastecida por medio de paneles solares y a través del campo geotérmico aledaño construido bajo el patio. Toda el agua de lluvia se maneja mediante estanques ubicados en el sitio por medio de biofiltración. El atrio provee de altos niveles de luz natural al edificio y los sistemas mecánicos son optimizados para que consuman bajos niveles de energía. Materiales con bajos niveles de componentes organicos volátiles y una alfombra especial ayudarán a mejorar la calidad de aire.