-
Arquitectos: Candel Arquitectura
- Área: 3100 m²
- Año: 2011
-
Fotografías:Toni Villar, David Frutos
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El lugar
La edificación ocupa un vacío existente en una trama urbana irregular, producto del derribo y sustitución de lo que fue la ciudad ecléctica y continua de principio de siglo XX. Su fachada a norte da a una estrecha calle de 16 metros que desemboca en la plaza circular desde donde arranca el parque de 1912. El solar es medianero con uno de los edificios de la época que se han conservado, que con sus 3 alturas contrasta con las 9 alturas del edificio construido al otro lado de la calle en los años 80. Por otra parte la ordenanza actual obliga a la construcción de 5 alturas mas ático retranqueado, lo que provoca necesariamente una medianería al descubierto por encima del edificio histórico visible desde la plaza.
El proyecto parte de conjugar todas estas situaciones contrapuestas atendiendo esencialmente a su carácter urbano aferrándose firmemente en el lugar, resolviendo el ajuste entre medianeras, retranqueando la edificación en sus laterales para mantener una distancia de respeto con las edificaciones colindantes hasta hacerse un sitio, un marco físico propio de actuación donde encajar el volumen construido insertado en este vacío, lo que permite plantear un lenguaje autorreferente, frente a la densidad y significado de las fábricas que lo rodean.
Programa funcional
El programa residencial ha de resolverse entre una calle estrecha y sombría a norte dando a un edificio de 9 alturas y un patio de manzana abierto a sur. La solución adoptada corresponde a un programa tipo de viviendas convencionales de tres dormitorios, a base de dos bandas longitudinales: los espacios domésticos privados con habitaciones cerradas y núcleos de servicios a lo largo de las medianerías y los espacios comunes abiertos de estar, comedor, oficio y cocina junto al vestíbulo de entrada, lo que permite la máxima continuidad espacial, visual y de soleamiento, especialmente en los dúplex y los áticos con programa y volumetría específicos.
Solución constructiva
Interiormente el espacio se dilata buscando la necesaria continuidad entre los límites de ambas fachadas, enhebrado por un sistema constructivo continuo a base de un solado de madera, paredes y techos de estuco blanco y una capa superpuesta de paneles de madera lacada en blanco incluyendo la carpintería interior opaca en los espacios privados y paneles madera natural con correderas traslucidos de gran formato para la eventual compartimentación de los espacios comunes.
Fachada
La piel que conforma la fachada a la calle tiene una doble función, por un lado, debe captar la máxima cantidad de luz dada su orientación y por otro, preservar la intimidad de los espacios interiores evitando eventualmente la visión frontal del edificio al otro lado de la calle. Para ello, se disponen las máximas aperturas deslizantes en el frente de fachada, a modo de grandes balcones, protegidos por vidrios extra claros y una doble fachada exterior con pasarelas de limpieza y paneles motorizados de vidrio traslúcido, que actúan como cortinas móviles. La distancia entre ambas caras permite la visión lateral hacia la plaza cuando los paneles están cerrados. La fachada ha perdido ya la función de mediación entre el ámbito privado de la vivienda, y el espacio público, ya solo es una filtro protector por donde se capta la luz y se protege la intimidad.
La obra fue publicada en la REVISTA EN BLANCON 14/2014 VIVIENDA COLECTIVA
