La pregunta que me hago es probablemente muy compleja y de alguna manera difícil de resolver. No es lo que me interesa tampoco en esta Editorial, pero si al menos dejar planteada una discusión y saber la opinión de un universo de arquitectos y lectores mayor.
La pregunta me surge producto de 2 hechos particulares en los que se ha marcado un giro de timón importante, donde me interesaría descifrar si es sólo una mera coincidencia o es un hecho o tendencia que señala hacia donde tiene puesto el ojo la crítica de arquitectura. La elección del arquitecto chino Wang Shu como Premio Pritzker 2012 y la inclusión de la oficina de arquitectura india Studio Mumbai en uno de los últimos números de la Revista El Croquis pueden ser vistos al menos como una señal.
Creo que si bien los premios o publicaciones relevantes no son la última palabra, en ciertas ocasiones si marcan una pauta o tendencia hacia donde se esta mirando.
Me interesa partir por Studio Mumbai y su monografía en la Revista El Croquis. El ojo de la revista en general ha sido la revisión detallada de la obra de oficinas o arquitectos bastante conocidos y con una extensa carrera, pertenecientes al circulo conocido como starchitects, que no es necesario mencionar, y que han sido la tónica de la revista.
Esto de alguna manera empieza a quebrarse con la inclusión de oficinas más al margen de esta tendencia y con una carrera más silenciosa y menos mediática como el caso de los portugueses Aires Mateus o el suizo Valerio Olgiatti y que tiene un punto de inflexión importante con la revisión del trabajo de Studio Mumbai, una oficina india, escasamente conocida y que se caracteriza por una manera de trabajo absolutamente precaria y artesanal, siendo precisamente este aspecto su mayor valor. ¿Atrás ha quedado el interés en las grandes oficinas como Nouvel, Hadid, Gehry y otros?
Un segundo hecho de esta misma observación es la tendencia que ha ido observándose en la elección del Premio Pritzker. De alguna manera Peter Zumthor rompe una tendencia similar a la que podríamos observar en el desarrollo de la Revista el Croquis, al ser un arquitecto menos mediático y con muy poca obra en relación a otros de sus pares premiados con anterioridad. Eduardo Souto de Moura confirma de alguna manera esta tendencia de la elección de arquitectos con una propuesta precisa, muy fina donde prima siempre la calidad por sobre la cantidad, y porque no decirlo, la novedad.
Pero sin duda el punto de inflexión podríamos decir que lo marca Wang Shu en el año 2012. Un arquitecto por muchísimos totalmente desconocido y el otorgamiento de un premio me imagino para todos totalmente inesperado (se rumoreaban nombres como Steven Holl o Toyo Ito) Este hecho abre la posibilidad de que el Premio Pritzker se alejará de una tendencia muy marcada en el último tiempo y se abre quizás la posibilidad de recaer en un universo de arquitectos muchísimi mayor, más jóvenes y con menos obra, donde nuevamente la busqueda sea más la calidad y una postura particular que una trayectoria más marcada como era siempre.
La pregunta que cabe hacerse. ¿Es una duda muy apresurada? ¿Estamos efectivamente ante un cambio en la mirada sobre que es la buena arquitectura? (si consideramos de que el Pritzker y el Croquis son efectivamente medios de gran calidad) o ¿es simplemente una búsqueda de algo más desconocido y novedoso?