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Arquitectos: Cometrue | Jaime Miranda González
- Área: 570 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Ariadna Polo
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Proveedores: Helvex, Interceramic, AGP Concretos, Behr, Cementos Cruz Azul, Crivial, Rotoplas, Tecnolite

Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto del crematorio funerario se encuentra a 20 minutos de Maravatío, en una zona intermedia entre los pueblos de Senguio y Ciudad Hidalgo, en el noreste de Michoacán.

El plan maestro contempla al menos dos etapas principales para el desarrollo del complejo funerario. La primera etapa integra el edificio operativo junto con el muro perimetral. Excepto por la sala de nichos, los otros espacios, como la sala de embalsamado y el área de trabajo de cremación, se acceden a través de un área de maniobra con acceso en la fachada norte. Este acceso garantiza la entrada discreta de los suministros que hacen funcionar el complejo.


La segunda etapa incluye la construcción de servicios adicionales; un edificio administrativo, un edificio de nichos y la capilla junto a las salas de velación. Estos elementos están diseñados para ser construidos de manera modular, adaptándose a las demandas del proyecto. Cada elemento arquitectónico continuará utilizando los materiales y técnicas del primer edificio.


El edificio operativo se caracteriza por su sobriedad y el uso de materiales locales, especialmente el ladrillo rojo, elaborado a mano a menos de 400 metros del sitio. Las paredes soportan un parapeto de concreto aparente modulado que, debido a su altura de 5.40 metros, le da un carácter monumental. Además de regular la temperatura interior, la pared de doble tabique de la fachada sur está diseñada para proyectar su propia sombra a través de una serie de elementos extruidos. El argumento central fue evitar que la luz inundara completamente la pared.

El área de trabajo de cremación es la única sala que tiene doble altura. Desde un armazón PTR articulado sobre vigas IPR, se apoyan los paneles de espuma de poliuretano prefabricados. El sistema de entrepiso es fácil de desmontar porque se incorporarán más hornos crematorios en una fase posterior.

Los acabados interiores han sido seleccionados para crear una composición visualmente coherente: las áreas de trabajo están recubiertas con pintura epóxica blanca, mientras que las áreas de servicio dejan la partición expuesta. En ambos casos, el piso de loseta cerámica en un acabado gris oscuro, y las viguetas visibles y la losa de bóveda permanecen constantes en todos los espacios. Las puertas de acero siguen un lenguaje de color acorde con el entorno.


El muro perimetral que delimita el complejo se eleva por la pendiente natural del terreno como un cuerpo esculpido en barro, delimitando un lugar que te hace sentir – como una experiencia inevitable – contemplar no solo la arquitectura sino también el horizonte, las montañas y la vegetación.

El diseño del complejo funerario repiensa la visión tradicional de esta tipología arquitectónica. A través de una composición de volúmenes, la obra se integra de manera natural con el paisaje, respetando la coherencia estética del lugar. El ladrillo rojo, utilizado como elemento principal, no solo define la identidad visual del complejo, sino que también establece una relación de familiaridad, tanto simbólica como material, con el entorno.
