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Arquitectos: Urko Sanchez Architects
- Área: 3162 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Javier Callejas

Una Aldea para Niños Oculta en el Bosque - El proyecto fue encargado por una escuela Waldorf en Nairobi, una institución profundamente conectada con la naturaleza y basada en la Antroposofía. Los edificios debían construirse de manera rápida, económica (logrando un coste de 250$/m²) y con una vida útil temporal, ya que el contrato de arrendamiento del terreno expira en 10 años.




El concepto era crear una pequeña aldea para niños, situada en el bosque, preservando la antigua casa existente en el lugar para destinarla a aulas adicionales y servicios. El terreno era un bosque rico en especies de árboles nativos, y el objetivo era integrar la escuela de manera armoniosa en el entorno natural. Para lograrlo, las aulas se diseñaron como un pueblo disperso, estratégicamente ubicadas en claros del bosque. Las aulas tienen formas suaves y orgánicas, con una configuración en espiral, inspiradas en las manyatas maasai y otras arquitecturas vernáculas de Kenia.



El diseño buscaba fomentar una conexión profunda entre los estudiantes y la naturaleza. Para fortalecer este vínculo, se introdujeron "muros vivos". Considerando el carácter temporal del proyecto, los muros se construyeron llenando el espacio entre dos láminas de policarbonato con tierra sobrante de las excavaciones y una segunda capa de hojas del bosque. Esta técnica innovadora cumplía con la necesidad del cliente de rapidez y economía, al tiempo que ofrecía una estética única. La transparencia del policarbonato revela la vida dinámica dentro de los muros: hormigas, insectos, plantas, raíces, y refleja la luz y los colores naturales en las aulas. Estos muros vivos en constante evolución transforman las aulas en entornos vibrantes y activos, animando a los estudiantes a observar la biodiversidad de cerca.




El sistema constructivo fue diseñado para ser adaptable y colaborativo, involucrando a niños, padres y maestros. Siempre que fue posible, se reciclaron materiales de aulas desmanteladas: los pisos y paredes de madera se convirtieron en parapetos, las tejas se reutilizaron como límites para los senderos, entre otros usos. Este enfoque combinó creatividad, sostenibilidad y participación comunitaria para crear un espacio de aprendizaje verdaderamente único.
