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Arquitectos: Miguel Amado Arquitectos
- Área: 123 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Sofia Dourado
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Proveedores: Sika, BEGOLUX, Efapel, Light & Store
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto se encuentra en 8 Marvila, en las antiguas bodegas de Abel Pereira da Fonseca en Lisboa, un lugar icónico donde la arquitectura histórica define el espacio. Hoy en día, 8 Marvila se ha transformado en un dinámico punto de encuentro de arte, cultura, comercio, bares y restaurantes, convirtiéndose en un refugio cultural tanto para residentes como para visitantes. La intervención se inspiró en una filosofía de reutilización de materiales, empleando escombros, madera, hierro, chapas de metal e incluso los antiguos mostradores del almacén. Este enfoque resultó en una rehabilitación temporal pero dinámica de un espacio industrial histórico. El encargo consistió en adaptar un antiguo almacén y un pequeño espacio adyacente para convertirlos en un café, una tienda y una galería de arte. Desde nuestra primera visita, el carisma industrial del lugar nos inspiró a optar por soluciones minimalistas. Se introdujeron líneas contemporáneas sencillas, complementadas por un elemento unificador y llamativo: el color. Elegimos el rojo para captar la atención y despertar la curiosidad de los visitantes.
El concepto, llamado "Rojo Inesperado", introduce una atmósfera vibrante y cautivadora en el espacio industrial. Al recorrer el lugar, los visitantes encuentran zonas de un rojo intenso que destacan sobre los materiales industriales en bruto, conservados y enriquecidos con una nueva capa audaz. Para estructurar la zona del café, se diseñó una estructura con columnas que aporta una sensación de refugio dentro de la amplitud de 8 Marvila. Este diseño equilibra la funcionalidad con la escala industrial del entorno. En la galería, se mantuvieron las paredes de hormigón en bruto, conservando la autenticidad histórica del espacio y creando un ambiente que recuerda a una cueva. Esta atmósfera escenográfica pone en primer plano las obras de arte, convirtiéndolas en el elemento central de la galería.
Los nuevos elementos introducidos, como las escaleras, la iluminación y el mobiliario, se diseñaron con un enfoque sostenible, utilizando en su mayoría materiales reutilizados. Estas piezas, de diseño minimalista y tonos negros, se integran perfectamente en la estética industrial, aportando un toque contemporáneo. La atmósfera oscura del espacio fomenta la exploración, mientras que el sistema de iluminación estratégicamente diseñado genera momentos de descubrimiento al destacar rincones inesperados. Esta interacción entre luz y sombra intensifica la experiencia inmersiva de los visitantes. El proyecto combina el respeto por el patrimonio industrial, prácticas de diseño sostenibles y una visión estética audaz, dando lugar a un entorno único y estimulante que conecta el pasado con el presente.