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Arquitectos: minuit architectes
- Área: 1500 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Séverin Malaud
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Proveedores: Le Pavé, Sfel, ZECA
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Frente al Château de Versailles, en los antiguos Establos del Rey, la Escuela Nacional de Arquitectura de Versalles acoge a más de 1200 estudiantes cada año. Debido a cambios en los métodos de enseñanza y al deterioro de las instalaciones, la administración decidió llevar a cabo una renovación completa de parte de la escuela: sus talleres. El sitio, parcialmente ocupado y catalogado como patrimonio, requería una intervención rápida, lo que llevó el proceso de diseño hacia un enfoque sintético.
Para abordar los diversos desafíos, el proyecto reorganizó todas las redes, incorporando iluminación y mobiliario, tanto fijo como móvil. Esto fue acompañado por una renovación limpia y simple de la estructura histórica. El proyecto abarca una superficie de 1500 m² y está compuesto por tres grandes talleres con geometrías distintas.
La renovación aprovecha las características específicas de cada espacio para ofrecer una variedad de entornos de trabajo y aprendizaje (trabajo en grupo, trabajo individual, uso de computadoras, modelado, etc.), al mismo tiempo que fomenta la interacción entre los estudiantes. Dos de los espacios, debido a su configuración única, son más adecuados para el trabajo solitario o el modelado, mientras que el tercer taller, con su disposición simple, permite una variedad de configuraciones gracias a sus mesas móviles y redes suspendidas (exhibiciones, presentaciones, etc.).
El mobiliario, diseñado a medida, se ensambla mecánicamente a partir de elementos estandarizados y se modifica lo menos posible. Los sistemas de sujeción a las estructuras existentes fueron diseñados para liberar y despejar eficientemente los espacios, que a menudo están desordenados durante las entregas de proyectos. Se utilizan materiales en bruto, como acero galvanizado y plástico reciclado, para resonar con la historia del sitio. La restauración de las piedras y el yeso, que tienen más de 300 años, crea un diálogo entre la arquitectura histórica y la nueva intervención.