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Arquitectos: Project Mingle, The University of Hong Kong
- Área: 500 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Weiqi Jin
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Nuestra jornada comenzó en el pintoresco pueblo Hakka de Duling, ubicado en el exuberante campo de Guangxi, China. Duling es un lugar donde el tiempo parece ralentizarse y el aire vibra con los ritmos de la vida rural. Este pueblo, hogar de una comunidad de alrededor de 3,000 personas Hakka, es un lugar donde los valores del trabajo arduo y la educación están profundamente arraigados en el tejido de la vida cotidiana. Acomodado en una tierra bendecida con abundantes lluvias, pero que sufre de escasez de agua dulce, el pueblo enfrentaba un desafío paradójico. Los aldeanos, que presenciaban lluvias regularmente, se encontraban dependiendo de un escaso suministro de agua de pozo debido a la ausencia de una infraestructura hídrica. Esta deficiencia dio lugar a preocupaciones de higiene que amenazaban con poner en peligro la salud y el bienestar de la comunidad, particularmente de la vulnerable generación más joven.
El proyecto – El Proyecto Duling tenía como objetivo abordar las necesidades de la comunidad mientras se respetaban los valores inherentes de la cultura Hakka. Nuestro principio de diseño, basado en la sostenibilidad y el respeto por la tradición, buscaba transformar un pueblo asediado por desafíos en un entorno que ofreciera un espacio seguro donde los niños pudieran jugar y aprender, y un lugar para que los aldeanos se reunieran y conectaran.
El proyecto fue emprendido como una iniciativa sin fines de lucro por estudiantes de la Universidad de Hong Kong, guiados por profesionales a través de la plataforma del Proyecto Mingde. La empresa se desarrolló en dos fases. Inicialmente, se realizó la renovación del edificio escolar existente, mejorando su integridad estructural y creando una estructura de techo adicional para protegerlo de un mayor deterioro causado por las inclemencias del tiempo. Además, se introdujo una instalación de baño sostenible, con el objetivo de remediar los apremiantes problemas de higiene que afectaban a la comunidad escolar.
La segunda fase abarcó la construcción de un jardín de infancia y un centro cultural en el pueblo. Este diseño aprovechó el desafío de las fuertes lluvias, transformándolo en un recurso crucial para aliviar la escasez de agua dulce de la comunidad. Teniendo en cuenta la topografía del sitio, el flujo de aire, las vistas del paisaje y la cultura, el edificio adopta una forma en cascada, culminando en una serie de techos escalonados. Estos techos canalizan el agua de lluvia hacia un estanque de loto de recolección y, posteriormente, hacia un sistema de reciclaje subterráneo, desde donde el agua limpia es finalmente bombeada hacia el edificio para su uso.
Inspirado por la importancia del estanque de agua en la cultura Hakka, el diseño del edificio se centra en un estanque de loto, que sirve tanto como un reservorio para el agua de lluvia como un símbolo de educación. Este estanque evoca un patrimonio cultural intrínseco, mientras integra sin esfuerzo la sostenibilidad en la narrativa arquitectónica. La apertura y versatilidad del espacio fueron consideraciones clave a lo largo del proceso creativo. Los espacios interiores del aula están diseñados para fusionarse con los espacios exteriores, manteniendo una disposición flexible mientras maximizan el flujo y optimizan el control térmico. Estos espacios altamente configurables permiten al usuario ajustarlos de acuerdo a sus necesidades sin ser restringidos por una disposición fija. Este enfoque prioriza las necesidades y preferencias del usuario, permitiendo una experiencia interactiva dentro del espacio.
Epilogo, Al cerrar este capítulo de nuestra jornada, es esencial reflexionar sobre la verdadera esencia del proyecto en el que nos hemos embarcado. Más allá de la funcionalidad de las estructuras físicas que hemos erigido, su valor intrínseco radica en los fundamentos filosóficos sobre los cuales están construidas. Estos principios, impregnados de humanidad, compasión y sensibilidad cultural, sirven como una inspiración impulsora detrás de nuestros esfuerzos. A través de nuestro trabajo, hemos llegado a entender el profundo impacto del entorno construido en el fomento de fuertes lazos comunitarios y en la trascendencia de barreras culturales y geográficas. Estas dimensiones éticas nos han permitido crear espacios que encarnan el respeto mutuo y la comprensión, mostrando la resiliencia del espíritu humano.