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Arquitectos: DOMA
- Área: 256 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Ariadna Polo
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Proveedores: Passion 4 Woods , Teka
¿Cómo se hace casa la arquitectura?, ¿Cómo se convierte una casa en un hogar?. Providencia es como un refugio de la parte abrumadora de la ciudad, aunque conectado con las maravillas de una ciudad. Es un volumen protegido, un hogar que te acoge, te hace sentir seguro y apapachado, y al mismo tiempo se conecta con la naturaleza de su exterior. Tiene pequeñas guaridas de contemplación, ya sea hacia adentro o hacia afuera de la casa. Por cada punto del recorrido hay un encuentro distinto, las ventanas enmarcan las vistas del entorno natural, y los vanos conectan con ese mismo paisaje.
A veces, el paisaje entra al refugio y se pierde la frontera entre el adentro y el afuera. Estos espacios son los espacios de transición entre cada uso funcional de la casa. Las transiciones son colchones de naturaleza, de luz, de agua, y de materiales que envejecen con el tiempo y cada día se sienten aún más bellos. Son materiales locales, como los mosaicos, maderas, barros y piedras de México, que nos recuerdan a la tierra que habitamos, tanto su territorio natural como su propia artesanía mestiza.
Al ingresar a la casa, sobre todo al cerrar la puerta peatonal de la calle, la sensación cambia completamente. Uno entra a un espacio de silencio y tranquilidad. Este primer colchón es la bienvenida al refugio, es un espacio lleno de luz, de sombras de la jacaranda y de verde de los macetones. La entrada al interior mantiene una ventana que permite conectar los dos exteriores y tener línea directa al jardín de atrás.
Al interior encuentras el espacio más público de la casa, primero una sala familiar, no muy grande y tampoco muy pequeña y luego un comedor que conecta directamente con la cocina abierta. Parece que el comedor se vuelve parte del exterior, ya no se entiende si estamos dentro o fuera. Esta extensión del paisaje genera una sensación de relajación y nos permite contemplar la vegetación y todos los seres que se acercan sin miedo.
En este mismo piso encontramos la cocina, que es el centro del hogar, es el lugar de acción, de reunión, de convivencia, de catarsis; es un espacio abierto y conectado con todo el resto, visible casi de todos lados, tanto afuera como dentro. Desde el jardín, uno conecta con la cocina y desde el barandal del segundo piso también conectas con perspectiva.
Al subir al segundo nivel, nuestra vista va creando esa perspectiva franca hacia la cocina, nuestro centro, aunque con un muro permeable que te permite ver sólo fragmentos de la escena, la conexión permanece y permite que la sensación de la casa sea de unidad, de equipo. Permitir la visual entre los dos espacios crea un hogar más democrático, casi como si todos los personajes de esta historia participarán de forma equitativa para construir la vida.