Una casa, una forma de habitar el horizonte. La obra se ubica en un entorno semi rural a solo 5 km del mar, en una ciudad balnearia con un gran crecimiento demográfico en los últimos años. El desafío consistió en proyectar y construir una vivienda unifamiliar a la distancia, modular, con un sistema constructivo mixto.
La vivienda esta desarrollada totalmente en un nivel, resguardada por una gran cubierta horizontal que cubre todos los programas, articulándose interiormente por una serie de patios que filtran, tamizan y controlan la luz como asi tambien la privacidad entre las distintas funciones de los ambientes y el espacio exterior, generando multiples visuales a la naturaleza del paisaje circundante.
El frente opaco y pesado organizado por un muro de piedra que también sirve de apoyo estructural de la gran cubierta horizontal, solo se discontinua para dejar lugar al acceso. En si la casa configura una serie de sucesivos planos que cierran y abren el espacio, generando una recorrida del usuario que va descubriendo, desde lo social a lo privado, cada ambiente y sus usos de manera natural.
Materialmente la casa mantiene la coherencia, bajo esta cubierta extendida, de utilizar un solo material en todo se perímetro exterior realizado por un revestimiento de madera dura que se va combinando con una serie de paños vidriados absolutamente transparentes al paisaje.
Es esta condición, la del paisaje, el elemento catalizador de la propuesta, estableciendo ese rigor horizontal sobre el llano que atraviesa con su luz rasante el plano medio de la casa, logrando un sinfín de luces y sombras que habitan cada espacio.