-
Arquitectos: SD+A
- Área: 620 m²
- Año: 2022
-
Fotografías:Leonardo Méndez
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La técnica de construcción logra una síntesis estructural comenzando con el gesto de apoyar la casa lo mínimo posible mediante cuatro puntos de apoyo. Estos puntos estratégicos no solo soportan la estructura, sino que también permiten que los elementos funcionen como contrapesos entre sí, dibujando la gravedad y encontrando su equilibrio. La casa se convierte en materia ingrávida, abriéndose para capturar la naturaleza y cerrándose para proyectar la sombra. Levitando, captura los vientos y sonidos, devolviendo al suelo el espacio que le corresponde. La materia permanece en equilibrio, integrando perfectamente el entorno natural y construido.
El gesto de apoyar la casa sobre cuatro puntos de apoyo mínimos es crucial. Estos puntos estratégicos no solo soportan la estructura, sino que también permiten que los elementos trabajen como contrapesos. Este sistema ingenioso asegura que la casa esté en constante equilibrio, logrando una síntesis estructural impecable. La distribución del peso y la fuerza a través de estos puntos es un ejemplo de cómo la arquitectura puede ser simultáneamente simple y sofisticada.
La casa, en su forma ingrávida, se abre al entorno para capturar la naturaleza. Grandes ventanales y espacios abiertos permiten que el paisaje natural se integre con el espacio habitable. Esta apertura no solo proporciona vistas impresionantes, sino que también permite que la luz natural inunde el interior, creando un ambiente luminoso y acogedor. Al mismo tiempo, la casa se cierra estratégicamente para proyectar sombra, ofreciendo refugio del sol intenso y creando zonas frescas y confortables.
La capacidad de la casa para levitar y capturar los vientos y sonidos es otro aspecto fundamental de su diseño. Elevada del suelo, la estructura aprovecha las corrientes de aire naturales para ventilar y refrescar el interior. Este diseño no solo mejora la eficiencia energética, sino que también conecta a los habitantes con los sonidos naturales del entorno, desde el susurro de las hojas hasta el canto de los pájaros. Esta integración de la naturaleza en la vida cotidiana eleva la calidad de vida y promueve un sentido de armonía con el entorno.
Finalmente, al devolver al suelo el espacio que le corresponde, la casa respeta el terreno sobre el que se erige. Este enfoque consciente minimiza el impacto ambiental y preserva la belleza natural del lugar. La arquitectura se convierte en una extensión del paisaje, en lugar de una interrupción. La materia, en perfecto equilibrio, se integra sin esfuerzo en el entorno, demostrando que la construcción puede ser tanto funcional como respetuosa con la naturaleza.
En resumen, esta técnica de construcción innovadora crea una casa que es una síntesis estructural de equilibrio y armonía. Con un enfoque en el mínimo apoyo, la interacción de contrapesos, la captura de naturaleza y vientos, y la devolución del espacio al suelo, la casa se convierte en un ejemplo de cómo la arquitectura puede ser al mismo tiempo liviana y robusta, abierta y protegida, elevada y conectada con la tierra. La materia está en equilibrio.