Tomás Bravo ha sido seleccionado para formar parte de las Nuevas Prácticas ArchDaily 2024, resaltando su trabajo en relación al diálogo entre la arquitectura y el territorio, y al uso de tecnologías avanzadas para analizar la naturaleza y el patrimonio a partir de un proceso que involucra un proyecto en sí mismo. Con origen en la diversa y compleja geografía de Chile, plantea el uso de la representación arquitectónica clásica en combinación con herramientas tecnológicas y metodologías de mensura para acercar el territorio y el patrimonio a los profesionales de la arquitectura y sus clientes.
Tomás Bravo se graduó como arquitecto de la Pontificia Universidad Católica de Chile en 2014, con diplomado en nuevas tecnologías digitales en la arquitectura como Modelación y Desarrollo de Proyectos BIM. Especializándose en el uso de drones vinculado a la metodología BIM y Revit, realiza desde registros aéreos, fotogrametría, levantamientos topográficos y patrimoniales hasta planimetrías territoriales de pequeña, mediana y gran escala junto a proyectos BIM.
Desarrollando caracterizaciones topográficas como en San Fabián de Alinco, animaciones de recorridos solares como la de la Estancia Ñirehuao, y modelos 3D como el del Pabellón de Chile, diseñado para la Bienal de Arquitectura en Venecia, o la capilla Las Lomas en Puerto Varas, entre otros, su trabajo se caracteriza por el uso de tecnologías y metodologías de la topografía, cartografía y geomensura registrando, analizando, documentando y representando el territorio y la arquitectura patrimonial. En diálogo con Tomás Bravo, nos propusimos indagar en sus inicios en la materia, su manera de encarar los registros en el terreno, procesamientos y postproducciones, y su relación con la tecnología conociendo su pensamiento y visión de futuro.
ArchDaily (Agustina Iñiguez): ¿Cómo fueron tus inicios en torno al análisis del sitio? ¿Hubo algún disparador, factor o personaje que te impulsó a abordar tus proyectos desde la topografía?
Tomás Bravo: Desde niño sentía cercanía por la cartografía, imaginaba como hacían los exploradores para interpretar el entorno en mapas realizados desde la perspectiva humana. Por otra parte, durante mi infancia los juegos de estrategia tipo “Age of Empires”, y esa componente de ir descubriendo mundos ocultos desde una vista en tercera persona, pienso que me influenció directamente. Con el pasar de los años me integré a un grupo de scout, el cual desarrolló en mí una fuerte necesidad de aventura, descubrir nuevos lugares y experiencias en entornos naturales. Creo que mis referencias de infancia me han perfilado en los intereses que he desarrollado en mi etapa profesional.
Luego en 2016, a partir de un autoencargo, comencé a realizar un proyecto llamado Proyecto Erizo, fue una exploración performática-espacial de 5x5m, que ponía en valor el pliegue a la manera del origami como elemento que estructuraba la forma resistente del objeto. Fue ahí cuando necesité poder ver cómo Proyecto Erizo se transformaba desde una vista en planta, por primera vez recurría a la tecnología dron para visualizarlo. Un año después de esta intervención, por intuición decidí comprar mi primer dron luego de haber visto el potencial. Fue así como durante 2 años estuve perfeccionando un flujo de trabajo que me permitiera utilizar el dron como una herramienta de medición y modelación 3D, integrando los archivos exportables de la fotogrametría con softwares de arquitectura tradicionales como Autocad, Rhinoceros y Revit.
AI: ¿De qué manera crees que se relacionan las disciplinas como la cartografía, la agrimensura y la topografía con la arquitectura? ¿La topografía condiciona la arquitectura o viceversa?
TB: Resulta evidente que el suelo es el elemento en común entre todas las disciplinas mencionadas. Sin embargo, cada una se hace cargo de estudiar un aspecto específico del suelo. En mi opinión, es la arquitectura la que da orden y articula las relaciones entre dichas disciplinas, en el momento que la arquitectura encuentra su posición en el suelo se acotan las posibilidades y a la vez se abren nuevas lecturas del entorno.
En cuanto a la pregunta de cómo se vinculan o condicionan entre sí la arquitectura y la topografía, creo que las mejores respuestas para un buen proyecto de arquitectura vienen de una pertinente lectura del lugar. La mayoría de las veces el lugar nos da pistas de que operaciones arquitectónicas se podrían realizar, así se produce una simbiosis que amarra la arquitectura con la forma del suelo.
AI: ¿Por qué es importante estudiar la exposición solar, los desniveles o los rangos de temperaturas en el sitio?
TB: La arquitectura busca dar orden al territorio y habitabilidad al entorno, por lo tanto, mientras más antecedentes previos tengamos mejor será la respuesta arquitectónica. Poder evaluar con anticipación la cabida, las diferencias de nivel, el espacio disponible entre deslindes, el asoleamiento, escorrentías, exposición al viento, y cambios según la estación del año conducirán casi de manera obvia las estrategias a seguir.
AI: ¿Qué tecnologías crees que aportan al desarrollo de la arquitectura y a la comprensión del entorno?
TB: La incorporación de herramientas tecnológicas tales como imágenes satelitales, escáner láser, LiDAR, drones, georradar, SIG, cámaras 360 y softwares, nos dan la posibilidad de digitalizar entornos y edificios, nos permiten hacer análisis exhaustivos y precisos, la ingeniería inversa aplicada al territorio y el patrimonio, mejora la toma de decisiones, permite hacer ensayos, hipótesis, simulaciones, monitorear y predecir cambios, con el fin de resguardar, enseñar y preservar la arquitectura, el territorio y el patrimonio.
AI: ¿Qué herramientas de representación utilizas y consideras necesarias para entender la disciplina arquitectónica? ¿Cuál crees que será la herramienta del futuro?
TB: En mi trabajo utilizo bastante la representación arquitectónica clásica, vistas paralelas en planta, secciones, elevaciones, y axonométricas las utilizo para realizar mediciones, generar una documentación técnica para el análisis del entorno y el patrimonio. Además de la representación clásica, combino otros medios de representación como maquetas impresas en 3D a escala reducida, modelos 3D visibles online y las animaciones, secuencias de secciones animadas, secuencias de vistas en planta animadas, axonométricas animadas desplegándose, recorridos virtuales a través del entorno, y animaciones del recorrido solar simulado en invierno y verano.
Generalmente combino el dibujo técnico con múltiples formatos digitales, ortomosaicos, curvas de nivel y nubes de puntos me permiten dar el aspecto de realidad del lugar, poder visualizar texturas, colores y formas. Me preocupo mucho de la correcta valorización de los múltiples formatos, valorizo los espesores en relación a las texturas y colores de los lugares para intencionar las planimetrías y/o animaciones. Otra componente que uso bastante, es poder ver de forma simultánea las planimetrías, visualizar una planta al mismo tiempo que las elevaciones y axonométricas dan una comprensión a cabalidad del lugar. En este sentido me ha influenciado bastante James Corner junto a Alex S. MacLean y su libro “Taking measures across the american landscape” desde donde encuentro inspiración e imagino nuevos medios de expresión.
Una herramienta que pienso cada vez tendrá más alcance, es el uso de teléfonos inteligentes como medio de captura inicial del entorno. Cada vez más los smartphones vienen equipados con más y mejores sensores, uno de ellos es el sensor LiDAR, aunque es de un alcance aún limitado y doméstico, creo que en el futuro será una herramienta democratizada que dará un buen primer esbozo de los entornos. A pesar que ha sido bien cuestionada por “expertos de la digitalización” en cuanto a la precisión y pertinencia de la digitalización de obras privadas, es una herramienta que obligará a las tecnologías de registro hiper-sofisticadas a bajar sus costos.
AI: ¿Cuál es tu opinión acerca de la inteligencia artificial y su rol en el desarrollo de un proyecto de arquitectura?
TB: Primero, aclarar que no soy un experto ni un usuario avanzado de la IA. Creo que una de las ventajas que está permitiendo la IA, ha sido agilizar la iteración en el proceso de desarrollo proyectual, el ensayo y error como método de perfeccionamiento proyectual demanda tiempo, concentración y recursos, y es la IA la que ha permitido facilitar dicho método de desarrollo, alcanzando resultados en menos tiempo y con menos esfuerzo. Por otra parte, pienso que los resultados casi instantáneos que da la IA son tan sorprendentes y efectistas, que ha reducido el pensamiento crítico en cuanto a qué tan pertinentes o apropiados son estos, colocando el énfasis en el resultado, y muchas veces restándole valor al proceso.
En mi quehacer profesional he aprendido que la mayoría de las veces los procesos proyectuales no son lineales, el constante ir y venir, dibujar y redibujar, ha hecho de la disciplina arquitectónica una práctica, y es la práctica la que hace al maestro. Por lo tanto, si bien creo que la IA es una potente herramienta para generar respuestas aparentemente completas, aún es fundamental la experiencia humana y su pensamiento crítico para seguir impulsando la práctica arquitectónica que nos lleve a las futuras obras maestras.
AI: ¿De qué manera es posible acercar el conocimiento del paisaje y el patrimonio a las comunidades?
TB: El uso de herramientas inmersivas como AR y VR, potencian la comunicación y facilitan la imaginación, lo que da al espectador un reconocimiento de entornos sin la necesidad de viajar, permiten volar e imaginar cómo pudieron haber sido o como serán en el futuro los lugares, recrear entornos, preservar digitalmente el patrimonio y comunicar ideas de manera visual. Te transformas en un aventurero sin correr riesgos, sin ser un experto, democratizando el viaje y sus posibles lecturas.
AI: ¿Qué consejo le darías a las futuras generaciones de profesionales?
TB: Les diría que partan cuanto antes en la búsqueda del autoconocimiento, es fundamental que entiendan que será una búsqueda constante durante toda su carrera profesional, y no exenta de frustraciones y aciertos. Una herramienta clave para el autoconocimiento es desarrollar la intuición para perfilar los intereses personales. Por otra parte, cada vez estoy más convencido que las experiencias y gustos de infancia son el reflejo más genuino de los intereses personales, son un buen punto de partida para comenzar en esta constante búsqueda personal, que los ayudará a ser únicos en su quehacer profesional.
Y finalmente, destacar la importancia del autoencargo como medio de desarrollo personal, es clave actuar y realizar lo que están imaginando, con los recursos que tengan a la mano y en el lugar que estén. Les aseguro que será cómo una bola de nieve. Más pronto que tarde mirarán atrás y no se darán cuenta cómo tomaron tanto vuelo para despegar.
