En la actualidad, considerando la infraestructura urbana hiper-conectada a la que tenemos acceso, prácticamente no existe una ciudad donde aeropuertos y estaciones no sean esenciales para su dinámica diaria. Además, estos lugares reciben un tráfico alto de personas y son tan funcionalmente complejos que contienen múltiples microambientes donde convergen diversos usos: circulaciones, estancias, salas de espera, restaurantes, salones privados, entre otros. Esta yuxtaposición tiene como resultado estructuras con una dualidad sumamente interesante.
Desde una perspectiva urbana, aeropuertos y estaciones conforman un elemento potente en el paisaje que, a veces, solo puede ser percibido desde una mirada distanciada. Por otro lado, considerando los aspectos técnicos y funcionales que se desarrollan al interior, estos espacios adquieren nuevas dimensiones. Dentro de ellos, resulta necesario diseñar atmósferas donde el confort sea un eje central, y la acústica desempeñe un rol principal. En este escenario, es fundamental conocer los principios básicos para incorporar sistemas de plafones adecuados, impactando positivamente en la estética, la experiencia del usuario y la calidad ambiental.
Como resultado, esta guía tiene como objetivo presentar estrategias que integran soluciones de marcas como Armstrong, destacando la importancia del diseño de plafones en áreas de alto tráfico. Además, se enfoca en cómo los plafones pueden ser esenciales para el éxito de este tipo de espacios, a través de distintos sistemas y materialidades.
Uniformidad visual
Dado que los edificios de tránsito contemporáneos suelen tener techos a gran altura y combinan elementos informativos y decorativos (lo que a veces puede desentonar con el diseño general del espacio), su atmósfera interior requiere un aspecto visual simplificado. Para lograr esto, una estrategia común es diseñar plafones que proporcionen continuidad visual. Esto permite vistas despejadas desde el interior hacia el exterior y destaca los grandes ventanales que suelen incorporarse en este tipo de proyectos.
Casos como la terminal B del Aeropuerto LaGuardia, destacan por abordar el diseño a gran escala del edificio a través de un diseño de plafón que proporciona a las personas una experiencia visual de calidad y uniforme. Esto se logró a través del uso de moldeados arquitectónicos de yeso (GRG) y concreto (GFRC) reforzados con fibra de vidrio, logrando un plafón de más de 18 m de altura. Estos componentes prefabricados se incluyeron también en las cubiertas de columnas, vigas, difusores y otros elementos complejos, utilizando curvas compuestas para las transiciones del plafón. Además, al ser prefabricados, hacen posible optimizar los tiempos de construcción y el uso de la estructura.
Dinamismo e iluminación integrada
En otros escenarios, donde los aeropuertos y estaciones construidos décadas atrás son objetos de renovaciones, es común encontrar entrepisos cuya altura reducida requiere nuevos sistemas de plafón. Para mejorar la percepción espacial, la integración de estos sistemas debe ayudar a crear la ilusión de espacios más altos y transmitir mayor dinamismo, al tiempo que se integran adecuadamente con posibles actualizaciones en el sistema de iluminación, calefacción, ventilación y aire acondicionado.
Para mejorar la experiencia espacial de salas, circulaciones y áreas de espera en entrepisos de dimensiones reducidas, existen soluciones de plafón con formas y colores personalizados que permiten la integración de iluminación y sistemas MEP. Estos sistemas ofrecen la posibilidad de combinar patrones rectangulares con otros irregulares, generando una sensación de movimiento y liberando el espacio de elementos suspendidos que podrían alterar la percepción espacial. Un ejemplo destacado de aplicación de esta estrategia es el Aeropuerto BWI Thurgood Marshall, donde se aprovecharon las características acústicas del sistema del plafón para absorber y controlar el ruido, además de sus cualidades medioambientales al contener un 75% de material reciclado.
Elementos flotantes
Cuando se busca mejorar la relación entre la escala de los espacios de tránsito y la escala humana de los usuarios, el uso de elementos flotantes o nubes acústicas es una estrategia que permite equilibrar la percepción interior. A través de la combinación de colores, alturas y formatos en el plafón, especialmente en áreas abiertas, estas nubes pueden absorber y dirigir el sonido de manera eficiente. Al estar exentos de la estructura principal de los edificios, es posible ajustar rápidamente y de manera constante los ángulos y alturas de estos elementos.
Una alternativa para crear elementos suspendidos en el plafón es mediante la combinación de soluciones modulares de aspecto liso con bordes perimetrales de aluminio extruído, los cuales ayudan a definir la forma con precisión. La integración de ambos sistemas presenta como principal ventaja la capacidad de curvado dinámico, permitiendo desarrollar geometrías mucho más grandes que las nubes individuales, con menos juntas y uniones visibles. Además, permite la integración de elementos modulares de aire e iluminación, así como la superposición de cámaras y aspersores de agua del sistema contra incendios.
Trazos rectilíneos
En espacios donde se busca romper con la modularidad de los sistemas rectangulares, el uso de elementos lineales es una estrategia que ayuda a enfatizar la direccionalidad del espacio aportando una nueva experiencia visual, especialmente en circulaciones y áreas de espera. Los trazos rectilíneos no solo añaden un gesto estético y funcional que aporta elegancia, sino que también permiten nuevas configuraciones con un aspecto de ranura abierta y accesible para el mantenimiento.
Esta estrategia introduce materialidades alternativas que amplían las posibilidades en la paleta de color en el diseño de aeropuertos contemporáneos. Por ejemplo, el uso de texturas amaderadas puede potenciar una estética cálida ideal para salas de última espera, mientras que las texturas metálicas se asocian más a espacios de circulación o de servicios. En cuanto a la forma y dimensiones, la flexibilidad para elegir entre diferentes anchos y alturas de hoja, así como el espaciado de las mismas y la posibilidad de incorporar perforaciones en el perfil, añade un elemento adicional a considerar según la atmósfera deseada en el interior de aeropuertos y estaciones.
En última instancia, todos los proyectos de transporte cuentan con cualidades que demandan soluciones estratégicas para cada uno de sus espacios. Sin embargo, conocer las diversas estrategias de diseño disponibles para cada proyecto abre nuevas posibilidades para cambiar la narrativa y la estética a la que estamos acostumbrados en este tipo de entornos. Esto nos permite pasar de atmósferas frías (que a veces pasan por alto la experiencia del usuario) a espacios habitables con una enfoque que aprovecha las cualidades de los sistemas de plafón contemporáneos, mejorando la acústica y la percepción del espacio.
Para saber más sobre soluciones de plafón para aeropuertos, estaciones y áreas de espera, visite el sitio web de Armstrong o consulte el catálogo de productos.