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Arquitectos: montosasoler
- Área: 323 m²
- Año: 2022
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Proveedores: Areniscas Rosal, Carinbisa, Daikin, Hormann, La Paloma cerámicas, Panadero, Roca, SANTOS, Samsung, Velux
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Situado en una urbanización a las afueras de Ontinyent, el encargo consistía en diseñar una casa mediterránea contemporánea para una joven pareja y sus dos hijos. Tras un análisis de las limitaciones y oportunidades del emplazamiento, la aspiración inicial era crear una verdadera experiencia de vida interior-exterior que se beneficiara de las excepcionales condiciones climáticas mediterráneas durante todo el año y reintrodujera la naturaleza en el espacio construido.
La parcela, de aproximadamente 60x30 metros y orientada prácticamente de norte a sur, está limitada visualmente por un prominente muro de contención que recorre los bordes este y sur y una villa vecina adyacente en el borde oeste, lo que limita seriamente las posibilidades de vistas y privacidad. La estrategia inicial lleva al límite los retranqueos exigidos por la normativa local y, reconociendo el carácter dual del solar, la parcela se divide en dos zonas generales, un jardín delantero al norte con acceso directo desde la calle y un profundo jardín privado al sur con piscina y terrazas exteriores orientadas hacia una colina de pinos.
El diseño fomenta el uso de estrategias medioambientales pasivas para promover un entorno saludable y mejorar el bienestar de los usuarios que se adapte a los característicos veranos rigurosos e inviernos suaves. La villa de una sola planta se ha concebido en torno a un patio central, reinterpretando un espacio mediterráneo tradicional que funciona como nuevo punto focal, un jardín domesticado que fomenta la luz natural y la ventilación cruzada en combinación con aberturas estratégicas en fachadas de distinta orientación.
La distribución interior es el resultado de la evaluación de las necesidades de los usuarios de cada actividad y de los requisitos de iluminación, tras un cuidadoso análisis del recorrido del sol a lo largo de las estaciones y el establecimiento de conexiones visuales con el entorno inmediato. Mediante un diagrama de rueda de alfiler, se organiza una secuencia de espacios públicos/privados o diurnos/nocturnos en torno al patio central en una planta abierta que refuerza la sensación de ligereza y transparencia.
Las principales zonas de estar se abren hacia el jardín principal meridional y disfrutan de las mejores condiciones de iluminación y vistas a través de ventanales de suelo a techo y porches longitudinales de distintas profundidades, difuminando los límites entre los espacios interiores y exteriores.
Desde el exterior, el edificio se percibe como un conjunto de prismas flotantes articulados sobre el terreno, una envolvente exterior acabada en yeso blanco que contiene una capa compensada de vidrio y rellenos de madera que enmarcan los porches intermedios. Una gran y característica chimenea revestida de muro de piedra seca se convierte en un acento vertical y amplía sin solución de continuidad el salón hacia el porche principal. La fachada norte, más introvertida, está concebida como una yuxtaposición de volúmenes en respuesta al límite del solar, creando diferentes capas de permeabilidad para potenciar la privacidad.
La estrategia de vegetación pretende favorecer la biodiversidad y recrear los patrones naturales de un paisaje típicamente mediterráneo mediante la combinación aleatoria de formas, texturas y colores. Una cuidadosa selección de más de 20 árboles y especies vegetales locales diferentes se distribuye estratégicamente por la parcela y dentro de la casa, generando múltiples conexiones visuales desde distintos ángulos.
Para minimizar la dependencia de los recursos fósiles, la casa incorpora una bomba de calor de fuente de aire y paneles solares, generando casi toda la electricidad y el agua caliente necesarios in situ, supervisados por un sistema domótico que da como resultado un desarrollo de alta eficiencia energética.