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Arquitectos: Miquel Lacomba Architects
- Área: 215 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Mauricio Fuertes
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Proveedores: Akemi, Amorim, Borma wachs, CIMSA (Compaña Insular Mercantil S.A.), Cedria, Fassa Bortolo, GIRA, Gira Ibérica, Hoxter, IBERCAL, JaSolar, Kahrs, Ladrillerias Mallorquinas, Marmoles fullana, Pfeifer, Proclima, Sto, Vidresma, Zehnder
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La vivienda está situada en el valle de Puigpunyent, en la Sierra de Tramuntana, Mallorca, con orientación óptima hacia el sur y vistas abiertas hacia las montañas.
Se accede a la vivienda a través de un pequeño porche donde se sitúan unas lamas verticales móviles que permiten el control solar. En el interior nos encontramos con el ámbito del cuarto de estar-comedor, donde la posición y el diseño de los muebles matizan y configuran el espacio. El elemento de la escalera, que se expresa como un mueble más, integra bajo ella una librería. La chimenea está adaptada a los requisitos de estanqueidad y aislamientos de la casa pasiva, convirtiéndose en un elemento de conexión con el contexto rural. Con la misma intención de integración con el entorno, se expresa la estructura vista de las vigas de madera, en los techos de planta baja y primera. La cocina orientada hacia el oeste, es independiente, aunque visualmente conectada al cuarto de estar-comedor, con acceso hacia el exterior. En la planta primera se sitúan los tres dormitorios orientados hacia el sur y un estudio de uso polivalente para la creación artística de la familia.
Se ha tenido especial atención en los colores y materiales para el interior de la casa, escogiendo tonos cálidos, utilizando la madera, piedra natural, y blanco en las paredes revestidas de mortero de cal.
La vivienda utiliza los recursos pasivos principales como son la orientación hacia el sur, control solar, alto espesor de aislamiento térmico, control de los puentes térmicos, buena hermeticidad al aire exterior, doble flujo de ventilación mecánica con recuperador de calor y ventanas de alto aislamiento y hermeticidad. Las placas solares fotovoltaicas apoyan al resto de demanda energética de la vivienda. A pesar de que se trata de una casa pasiva se ha tenido en cuenta la ventilación cruzada, puesto que por las noches de verano se aprovecha el frescor natural del valle para enfriar la casa de manera natural.
La construcción se ha realizado con materiales ecológicos y sostenibles, estructura horizontal de madera procedente de bosques gestionados sosteniblemente, ladrillo cerámico, morteros de cal hidráulica, aislamientos de corcho natural, y acabados acrílicos con base de cal en la fachada. Para los acabados interiores se han usado productos de óleos naturales para la madera, pinturas de silicatos y tratamientos para la piedra con sellos A+ y “Ecolabel”. Todos los materiales que componen la envolvente de la vivenda permiten la transpirabilidad al vapor de agua, y están libres de COV. Hay que añadir que materiales como la cal, al ser higroscópica, permite regular de manera natural la humedad. Para minimizar la huella ecológica, se ha incorporado el concepto «kilómetro «0» trabajando con constructores próximos a la zona de la construcción y en lo posible se han utilizado materiales de la isla o nacionales. Todas estas aplicaciones y criterios han aportado un bajísimo consumo energético de la vivienda, y un bienestar y confort muy alto a los usuarios, además de contribuir con un compromiso respetuoso con el medio ambiente.