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Arquitectos: Paco García Moro
- Área: 210 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Panoramic Studio
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Proveedores: Aree Aphiluck
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Umphang es el distrito más remoto de Tailandia, accesible sólo por la pintoresca pero tortuosa Ruta 1090. Limita con la Unión Nacional Karen, un territorio secesionista involucrado en un conflicto bélico con Myanmar. La zona alberga varios campos de refugiados administrados por el ejército tailandés.
El Oratorio de San Francisco Javier se alza frente al río Umphang, a pocos kilómetros de la zona en conflico. Su forma evoca un milagro atribuido a San Francisco: cuando estaba a punto de ahogarse en un naufragio en las Molucas, un cangrejo se le aproximó sosteniendo el crucifijo que había perdido en el mar.
La disposición de la planta de la iglesia se inspira en motivos textiles tradicionales de la etnia Karen. Las formas curvas exteriores se adaptan a la configuración espacial propia de los ritos de la liturgia católica. La retícula estructural, concebida originalmente como un cuadro de fibras entrelazadas que se eleva hacia el río Umphang, enfatiza el camino hacia la Comunión a lo largo del eje central. Frente al altar, el tejado se extiende para acoger a los visitantes, guiándoles hacia la zona de culto. Según las costumbres locales, el templo se concibió para que la comunidad pudiera celebrar la misa sentada en el suelo. Para ceremonias más formales, las familias locales rehusaron maderas de demolición para elaborar bancos.
El templo se construyó con madera de árbol thakien, que los budistas suelen evitar porque se cree que alberga espíritus. Parte de esta madera se recuperó de demoliciones de casas vernáculas y el resto se obtuvo de comunidades locales administradas por el Departamento de Silvicultura. Los pilares transparentes compuestos crean una sensación de ligereza y se funden con el bosque exterior; aquellos alineados a lo largo del perímetro exterior actúan como conductos de ventilación pasiva, dejando que la brisa del valle circule por el templo. La carpintería fue ejecutada por el maestro carpintero Reen Sulee. Sr. Sulee, nacido en la Unión Nacional Karen, aprendió geometría y carpintería tradicional durante su juventud en la cárcel. Hoy es famoso por sus casas vernáculas locales y mantiene vivas las tradiciones de construcción de casas vernáculas.