Yasmeen Lari, reconocida como la primera arquitecta en Pakistán, ha tenido un impacto significativo tanto en su país de origen como a nivel internacional debido a su enfoque innovador y socialmente consciente de la arquitectura. A través de una mirada sistemática, el trabajo de Lari tiene en cuenta la cultura local, las oportunidades específicas del sitio y los desafíos. Nacida en Pakistán en 1941, Yasmeen Lari se mudó a Londres con su familia a los 15 años. Después de graduarse de la Escuela de Arquitectura de Oxford Brooks, regresó a Pakistán a los 23 años para establecer Lari Associates con su esposo, Suhail Zaheer Lari. La pareja se estableció en Karachi. Aquí, comenzó a estudiar las antiguas ciudades de Pakistán y la arquitectura vernácula de edificios de tierra, lo que despertó su interés en el patrimonio arquitectónico y las técnicas tradicionales de su país. En 1980, cofundó la Fundación del Patrimonio de Pakistán con su esposo, convirtiéndose en un elemento fundamental en la preservación del rico patrimonio cultural de su país.
Después de retirarse de su práctica arquitectónica en 2000, Lari cambió su enfoque a los esfuerzos humanitarios, ayudando a las víctimas de desastres naturales, como el terremoto de 2005 y las inundaciones subsiguientes. Lari también ha desarrollado un sistema de distribución de conocimientos en comunidades rurales y empoderándolas para la autoconstrucción y redescubrimiento de materiales y técnicas indígenas. Este sistema ha demostrado ser una alternativa efectiva y autosostenible a los modelos de caridad de arriba hacia abajo, creando un modelo basado en los derechos de los pobres que ayudan a los pobres y avanzando hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, con énfasis en el objetivo número uno: No Pobreza. Por sus importantes contribuciones al campo de la arquitectura, la sostenibilidad y el activismo, Yasmeen Lari fue galardonada con el Premio Jane Drew en 2020 y la Medalla Real de Oro RIBA en 2023.
Continúa leyendo para descubrir la larga carrera de Yasmeen Lari a través de sus proyectos construidos, desde los proyectos tempranos orientados a la empresa durante los años 1970 y 1980, hasta los esfuerzos humanitarios más recientes en el Pakistán rural, o lo que ella llama "arquitectura descalza", pisando suavemente en el planeta.
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Arquitectura como activismo: El trabajo ecofeminista de Yasmeen LariVivienda social Anguri Bagh, Lahore, Pakistán, 1973
En 1973, Yasmeen Lari desarrolló Anguri Bagh, el primer esquema de vivienda pública a gran escala en Pakistán. El complejo tuvo en cuenta cuidadosamente el estilo de vida típico de la comunidad local. Para satisfacer sus necesidades específicas, Lari incluyó terrazas abiertas al cielo en cada nivel, permitiendo a los residentes cultivar verduras y criar pollos, una de las principales preocupaciones expresadas por las mujeres de la zona cuando se presentó el proyecto. Las estrechas calles peatonales y las pasarelas elevadas garantizaron un espacio seguro para que los niños jugaran, inspirándose en las ciudades medievales fortificadas de Pakistán. El desarrollo acomoda 787 unidades de vivienda para familias de bajos ingresos, distribuidas en grupos de 14 unidades que crean bloques de uno, dos y tres pisos.
Centro de Finanzas y Comercio, Karachi, Pakistán, 1983-89
La carrera de Lari, mientras estaba en Lari Associates, incluyó varios proyectos a gran escala diseñados para reflejar el creciente estatus económico del país. Uno de ellos es el Centro de Finanzas y Comercio de Karachi, desarrollado en consulta con la arquitecta canadiense Eva Vecsei. Si bien el proyecto cuenta con materiales y técnicas modernas de construcción, la arquitecta también incluyó métodos tradicionales de enfriamiento y ventilación para llevar aire fresco a la vasta red de patios interconectados, reduciendo así la necesidad de aire acondicionado.
Petrolera estatal de Pakistán, Karachi, Pakistán, 1985-91
Diseñado para convertirse en un hito para la mayor petrolera del país en aquel momento, el edificio presenta dos alas conectadas por un atrio de cinco pisos de altura revestido de vidrio reflectante. El gran complejo incluye más de 51.000 metros cuadrados de oficinas distribuidos en diez plantas. La arquitectura empleaba tecnologías modernas, como ascensores panorámicos.
Casa Lari, Pakistán, calle Gizri, Pakistán, 1982
Al diseñar su propia casa en 1982, Yasmeen Lari optó por una expresión brutalista, utilizando columnas escultóricas y voladizos de hormigón a la vista. La casa está diseñada para albergar un estudio, utilizado por la pareja para realizar investigaciones y documentar el patrimonio local, junto con una gran colección de libros, fotografías, bocetos y dibujos, periódicos y revistas recopilados por la pareja en sus esfuerzos de conservación, según describe Suhail Zaheer Lari, marido de Yasmeen Lari.
Refugios Cero Carbono, Pakistán
Desde que se retiró oficialmente en 2000 de su estudio de arquitectura, Yasmeen Lari ha dedicado su tiempo y su perspicacia para el diseño a la conservación del patrimonio construido, convirtiéndose en 2003 en asesora nacional de la UNESCO para el Fuerte de Lahore, Patrimonio Mundial, y a la capacitación de las comunidades marginadas. En 2005, un terremoto de magnitud 7,8 sacudió Pakistán con efectos devastadores. Esto impulsó a Lari a utilizar su experiencia para ayudar a las comunidades afectadas a reconstruir sus pueblos. Utilizando técnicas y materiales autóctonos como barro, cuerda, piedra y madera, Lari y un equipo de voluntarios trabajaron con los lugareños para enseñarles a construir estructuras mejores y más seguras. Los edificios resultantes no solo son rentables, sino también ecológicos y resistentes a terremotos e inundaciones. En 2014 se habían construido más de 40.000 refugios de cero carbono en zonas afectadas por catástrofes naturales.
Centros comunitarios, Pakistán
La labor humanitaria de Yasmeen Lari también incluye la construcción de edificios comunitarios más grandes y centros para mujeres en varios pueblos de Sindh, reconociendo las necesidades de las mujeres de espacios sociales fuera del hogar y, sin embargo, separados de las zonas públicas. Las estructuras son también una respuesta a la creciente amenaza de destrucción climática, ya que Pakistán figura entre los diez países más afectados por el clima. Allí donde el riesgo de inundación es alto, las estructuras se construyen sobre pilotes, proporcionando un refugio seguro durante las crecidas. Suelen estar hechas de armazones de bambú reforzados con barro. Una amplia veranda ofrece sombra, mientras que la parte inferior de la estructura puede adaptarse para albergar clases o almacenes. El centro también ofrece espacio para que la gente comparta formación en "empresas descalzas", el concepto de Lari para difundir conocimientos y capacitar a las comunidades para la autoconstrucción.
La Chulah paquistaní (cocina)
Más allá de las amenazas que plantea el clima, las mujeres de las zonas rurales también se enfrentan a retos cotidianos como principales cuidadoras de sus familias. Los métodos tradicionales de cocina en el sur de Asia implican llamas abiertas, a menudo en espacios reducidos, lo que expone a las mujeres a quemaduras, incendios y problemas respiratorios amenazantes, así como a problemas digestivos, ya que los alimentos pueden contaminarse fácilmente. En respuesta a esta situación, Lari desarrolló un hornillo de barro y yeso sin humo y de bajo coste. Elevada sobre una plataforma de adobe, la estructura es segura, fácil de construir, crea una zona de preparación de alimentos más higiénica y es resistente a las inundaciones. Además, el diseño ecológico utiliza sólo la mitad del combustible habitual y puede funcionar con residuos agrícolas de combustión limpia. Lari describe otro resultado inesperado: la plataforma elevada de la estufa también elevó el estatus social y la autoestima de las mujeres que las utilizan. Desde 2014 se han construido más de 60.000 estufas, que han mejorado la vida de más de 400.000 personas.
Ecosistema de los pies descalzos de Makli, 2019
Las chulahs, los refugios de carbono cero y los centros comunitarios, todos estos proyectos no han sido construidos directamente por Yasmeen Lari, sino por la población local siguiendo su "Modelo del Emprendedor Descalzo". Según The Guardian, una cohorte de mujeres ha recibido formación para construir las estufas por parte de la Heritage Foundation de Pakistán, que proporciona los materiales básicos, los conocimientos y la orientación. Las emprendedoras descalzas formadas se desplazan después a otros pueblos, enseñando a otras mujeres a construirlas y cobrando unas 2 libras por el servicio de capacitar a otras para que construyan y se enseñen a sí mismas. Esto crea una cadena de artesanos que pueden monetizar sus habilidades recién adquiridas mientras enriquecen a otras comunidades. En 2019, Lari organizó 8 aldeas mendicantes cerca de Makli en un "ecosistema descalzo", en el que cada aldea se centra en una necesidad específica: una crea estructuras de bambú, otra tejados de paja o ladrillos de cal y barro, creando un modelo autosostenible y holístico.
Centro Cultural Cero Carbono Makli 2015-19
En línea con el desarrollo del "ecosistema de los pies descalzos", Lari ha transformado un campus de cuatro acres en Makli en un espacio dedicado a la formación de artesanos de las comunidades mendicantes cercanas. La estructura principal, un hangar con tejado de paja, está amurallada con pantallas decorativas de bambú, lo que proporciona un colorido espacio de socialización para talleres y reuniones. Jóvenes y mujeres se reúnen aquí para aprender diversas técnicas, desde la construcción de refugios hasta la fabricación de cuencos de terracota, jabones naturales o baños ecológicos de compostaje. El sitio también incluye casas de huéspedes, una oficina de campo y un Centro Mundial del Hábitat, ya que su ubicación está cerca del límite de una necrópolis de monumentos funerarios de la provincia de Sindh, incluida en la lista de la UNESCO.
Bienal de Arte Islámico de las Mezquitas, Jeddah, Arabia Saudí, 2023
Para la edición de 2023 de la Bienal de Arte Islámico, Yasmeen Lari ha diseñado un trío de mezquitas desmontables, en respuesta a la petición de la comisaria Sunayya Vally de diseñar estructuras reutilizables. Cada estructura, hecha enteramente de bambú, contiene un espacio central de oración cubierto por una cúpula. Según los arquitectos, estas estructuras se han creado para ofrecer un espacio acogedor, creando una conexión con el espíritu de las mezquitas tradicionales, pero demostrando un uso racional de materiales sostenibles empleados de forma contemporánea.
