- Año: 2008
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Fotografías:Rodrigo Larraín Illanes
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Proveedores: Hunter Douglas, Cbb ReadyMix, GLASSTECH
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Pocas ciudades en el mundo cuentan con el privilegio de tener un monumento, de las proporciones de las ruinas de Huanchaca, en el centro de la ciudad.
Esta antigua fundición de plata ha sido protagonista de la historia de Antofagasta, y se ha mantenido como símbolo de la ciudad desde su construcción. No sólo por sus dimensiones, sino también por su gran calidad arquitectónica, monumentalidad y emplazamiento; contribuyendo a entregar una identidad cultural a Antofagasta.
El proyecto Casino Enjoy Antofagasta y el Hotel del Desierto, se emplazan al sur de la ciudad, en el sector ruinas de Huanchaca. Esta zona se encontraba en total estado de abandono y desvinculada de la ciudad, situación contradictoria con el enorme valor patrimonial y cultural de las ruinas.
De esta forma el proyecto se origina como una respuesta urbana para integrar las ruinas de Huanchaca, tanto desde el punto de vista de su presencia como de su incorporación como área de uso público. Generándose entre ambos edificios un espacio cívico de grandes dimensiones.
Se optó entonces por configurar un espacio de características “monumentales” contenido entre las ruinas y el nuevo edificio, integrándose el conjunto a la trama urbana de la ciudad a través de la prolongación de la Av. Angamos como eje vial norte-sur, vía estructurante de la ciudad.
A la vez se quiso rescatar el vínculo original entre la fundición y la antigua sala de bombas y enfriamiento, ubicada en el borde costero. Esto se logró mediante la conformación de un eje transversal oriente-poniente, que permitió vincular urbana y visualmente a las ruinas con el resto de la ciudad. Para lograr este objetivo el edificio
se diseñó enfrentando a las ruinas, como una sucesión de volúmenes revestidos con distintas materialidades que tienen por objeto delimitar el espacio intermedio entre los edificios. El deliberado enfrentamiento de los volúmenes, genera una tensión que le da la escala adecuada a este espacio urbano.
Con el diseño del nuevo edificio se completa la transición entre lo antiguo y lo contemporáneo destacando la presencia de las ruinas.
Siendo consecuentes con este planteamiento, tanto los revestimientos elegidos como las geometrías, las líneas de sombras, las texturas y los colores fueron seleccionados teniendo presente el objetivo de poner en valor las ruinas. Considerando siempre los colores predominantes en el entorno, sin olvidar que se trata de un área cargada de recuerdos históricos.
Además se requirió que todos los revestimientos de fachada reflejaran la identidad de Antofagasta, y que a la vez tuvieran vigencia en el tiempo técnica y formalmente.
En este contexto se trabajó fundamentalmente con tres materiales como revestimientos: piedra arenisca, cristales serigrafiados y una pantalla de cobre.
La piedra arenisca es utilizada como revestimiento general del edificio especificado por su color y textura. Con esta piedra se logró un importante grado de empatía con el entorno.
En las zonas que requieren acristalamiento, se utilizaron cristales serigrafiados, con el objeto de filtrar la entrada de la luz al edificio.
El elemento más importante y simbólico es una gran pantalla de cobre utilizada como el revestimiento principal del edificio. Se escogió representar el cobre, proveniente de la región. Buscando que a través de su diseño y disposición se revelaran nuevas posibilidades de utilización del material como revestimiento. La pantalla de cobre fue diseñada como una “trama” inspirada en una reinterpretación artística y estética de expresiones culturales del norte chileno, que permitieran dotar al edificio de identidad.