- Área: 10652 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Marcel van der Burg , Luuk Kramer, Roos Aldershoff , Architectenbureau Marlies Rohmer
Construyendo sobre el agua
Holanda tienen una larga historia cerca del agua, teniendo que responder de una manera especial para habitar sus bordes. Recientemente se ha pensado en las casas flotantes como una manera de solucionar las necesidades de mayor densidad habitacional en este país.
De esta manera, en los últimos años ha habido un aumento en el número de proyectos de vivienda colectiva sobre el agua, los que comparten varias características con un diseño urbano terrestre; en el caso del distrito de IJburg se diseñó un barrio flotante completo, con muelles en lugar de caminos pavimentados.
El agua entrega entonces la posibilidad de densificar áreas estratégicas dentro de las ciudades y es también una manera de volver a desarrollar zonas portuarias obsoletas y antiguas canteras inundadas. Otro argumento en favor de estos conjuntos es el de potenciar una nueva forma de vida cerca del agua, fomentando un sentimiento de libertad y de cercanía a la naturaleza.
El conjunto se trazó a lo largo de los embarcaderos, intentando generar una percepción de individualidad de las casas sobre el agua. Esto se logró variando las distancias entre cada una de ellas, así como también su orientación.
El sistema constructivo fue diseñado para que las viviendas funcionen como diques; las casas flotantes son apoyadas sobre "tinas" de hormigón sumergidas, sobre las cuales se construye una ligera estructura de soporte de acero. Esta estructura y su revestimiento conforman cada una de las casas.
Su configuración es variable a través de un paquete de ampliación pre-diseñado, que incluye pantallas solares, garages, terrazas flotantes, toldos, etc. Todos estos elementos pueden ser conectados fácilmente a este marco-esqueleto.
Las diferencias de altura entre el muelle, el agua y la puerta de entrada en la planta baja están resueltos a través de un paseo alrededor de la casa, que baja hasta el agua. Las pasarelas también hacen posible caminar alrededor de las viviendas - como en un barco - permitendo estar en contacto permanente con el agua.
Las casas tienen tres plantas que pueden ser usadas libremente; la más baja queda en parte sumergida y tiene espacio para varias habitaciones. La planta central se dispone a nivel de suelo y se abre hacia el agua ganando privacidad frente a la circulación de los muelles. En el tercer nivel se dispusieron terrazas que generan nuevos espacios exteriores a casi tres metros sobre el nivel del agua y que abren nuevas vistas hacia los muelles y el paisaje.