Ubicada en una de las islas del estado de Maine en Estados Unidos, la casa diseñada y construida por Alex Porter para su padre, es casi completamente autosuficiente. La isla está prácticamente deshabitada; no tiene carreteras, tiendas, electricidad, agua ni servicio de transporte. Es por eso que la casa debía autoabastecerse y lo hace a través de la energía solar y el almacenamiento del agua de la lluvia: estos generan la energía necesaria para su funcionamiento.
La casa enfrenta al océano y por lo tanto recibe fuertes vientos durante todo el año. Por esto fue diseñada con un revestimiento bastante resistente de aluminio y con tres portones de corredera que permiten cerrarla completamente en las épocas en queda inutilizada.
La casa captura la energía solar a través de paneles solares en sus techos e incluye una cisterna para almacenar agua de lluvia, un sistema de composting toilet y un refrigerador solar.
En el interior se usa como material principal la madera de los bosques vecinos, piedras de la isla y plástico laminado reciclado para algunos de los muebles.
Vía Inhabitat