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Arquitectos: Eduardo Rivera Barros Arquitectos, Juan Cristóbal Valenzuela Leighton; Eduardo Rivera Barros Arquitectos, Juan Cristóbal Valenzuela Leighton
- Área: 334 m²
- Año: 2009
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Proveedores: Xilofor
El encargo es una casa para una familia compuesta por un matrimonio y 3 hijos, ubicada en un terreno esquina con orientación nororiente y un desnivel de 3m que baja en sentido poniente – oriente. El lugar donde se emplaza el proyecto se caracteriza por la presencia de un cerro de mediana altura con vegetación abundante, que se constituye en el límite oriente del sector.
Como antecedente en el sitio existía una casa que no estaba en buenas condiciones y que no satisfacía las necesidades de los nuevos propietarios, pero tenía un elemento relevante que dio origen a este proyecto: un pequeño balcón muy bien asoleado, que permitía estar a la altura del follaje, por sobre los techos de las otras casas y con vistas despejadas hacia el paisaje inmediato.
A partir de lo anterior, la idea del proyecto es habitar el terreno mediante una terraza elevada. Para esto, la primera decisión es construir una plataforma en la mitad más alta del sitio, que asimila la pendiente natural del terreno y aumenta la superficie en altura.
La segunda decisión es activar el espacio sobre este nuevo plano ubicando un volumen macizo perpendicular a la pendiente, que resuelve el acceso desde la calle y concentra los recintos cubiertos de este nivel, procurando no interrumpir la continuidad de los espacios interiores y exteriores.
La tercera decisión es ordenar lo que está bajo la plataforma a través de un espacio central paralelo a la pendiente, en torno al cual se alinean el resto de los recintos de este piso, la mitad contra el terreno natural y la otra hacia el exterior sobre el terreno.
De esta manera, el recorrido de la casa se inicia al acceder por el piso superior al nivel de la plataforma, enfrentando un volumen de hormigón armado en el cual están los espacios más públicos (living - comedor). Dentro de este volumen el espacio se define por los ventanales continuos que dan a las terrazas y al paisaje de fondo. Luego se desciende al nivel inferior por el centro de un espacio iluminado por un patio de luz, que da lugar a las salas de estar de la familia y distribuye hacia los dormitorios. Finalmente, dentro de cada habitación se vuelve a tener vista al exterior, pero ahora al nivel del suelo natural que se constituye en el jardín privado de la casa.
En términos materiales la plataforma es una losa de hormigón a la vista que por su lado inferior es el cielo del primer piso y por su parte superior tiene una cubierta entablada para conformar las terrazas del segundo piso.
El volumen del piso superior es una envolvente de muros de hormigón armado que no llegan al suelo, por lo que funcionan como vigas que permiten tener ventanales sin interrupción en todas las direcciones y mantener una relación fluida con las terrazas. Además, sobre la cubierta de este cuerpo se aprovecha la altura de los muros para alojar una sala técnica y ubicar colectores solares.
Por el contrario, en el piso inferior la mitad de los recintos están excavados en la tierra, iluminados por patios de luz, mientras que los dormitorios se organizan sucesivamente en la fachada oriente con ventanales que salen al exterior a una galería elevada una grada sobre el jardín.
