Arquitectos: a r c h i p e l a g o s Ubicación: Monterrey, Mexico Superficie terreno: 1250m2 Superficie construida: 640m2 Fecha diseño: 2007-2008 Fecha construcción: 2009-2010 Equipo: Manolo Ufer, Alberto Sanchez, Angela Soong Colaboradores: Jose Maria Lozano, Benjamin Davila, Arturo Astiazaran, Guillermo Ortiz, Elsa Mendoza, Daniel Pistoff, Laura Rojas, Fernando Granados. Iluminacion: VV Lin Contratista: Simon Nino
El término “ecoscopic” se refiere a una metodologia que propone la busqueda de una organización espacial optimizada para con los flujos de energía y material que atraviesan el lugar. Actualmente se proyectan el ecoscopic house II (Finisterre/Spain) y el ecoscopic house III (Taipei/Taiwan). El ecoscopic house I (Monterrey/Mexico), ubicado a los pies de la Sierra Madre, es el primero de esta familia de proyectos experimentales desarrollados en distintos puntos del planeta.
La casa pretende maximizar las interrelaciones entre sus futuros ocupantes y las demás especies que habitan el territorio. La articulación formal de el proyecto viene derivada de una vectorización de relaciones entre el nuevo hábitat y el contexto.
Las trayectorias del sol, las corrientes de aire prevalentes, los movimientos del agua conforme a la morfología del terreno, las vistas, los olores, los sonidos, son algunos de los flujos que informan el proceso de formatividad. La vectorización de los flujos se traduce mediante un vocabulario de planos portantes, vigas de canto variable y losas entrelazadas que se procuran estabilidad de manera recíproca, en un complejo de cerramientos estructurales continuos coreografiados a lo largo de dos directrices primarias.
Dos cuerpos se deslizan el uno sobre el otro describiendo una secuencia de espacios plegados que buscan multiplicar las relaciones con el entorno. Se plantea la construcción de una estructura de hormigón armado de gran inercia térmica, capaz de resistir las drásticas variaciones diurnas y entre estaciones que caracterizan a la climatología local.
Una secuencia de planos inclinados permiten a la casa abrirse ante la escala continental de la sierra al mismo tiempo que adquiere altura de manera incremental. Esta estrategia contrasta con la aparente monumentalidad de la casa que se levanta en su lado posterior sobrevolando el parque vecinal.