Hace un tiempo Ediciones Arq lanzó este libro dedicado al arquitecto escenográfo chileno, Ramón Lopéz Cauly. El libro presenta 40 años de una trayectoria en curso, a través de una selección de 27 diseños para teatro y ópera; en ellos comparecen sucesivas exploraciones en torno a la perspectiva, la combinación entre elementos construidos y proyecciones o la relación entre espectador y escena.
Este recorrido, que cruza la arquitectura, la iluminación, la dirección teatral y una intensa actividad académica, revela también una parte importante de la historia reciente de Chile y su producción cultural desde la mirada de uno de sus protagonistas más inquietos.
Marcado por su formación como arquitecto en la Universidad Católica, el trabajo de Lopéz se caracteriza por una apertura excepcional y desinteresada, más atenta a la naturaleza y las particularidades de cada montaje que a la autonomía de la mirada de autor. La libertdad con que aborda diferentes proyectos ha generado un cuerpo de producciones heterogéneo y original, caracterizado por el empleo cuidadoso de la luz y la manipulación de los límites-tanto físicos como conceptuales- del espacio escénico.
La introducción al libro “Archivo de obra” fue escrita por Andrea Torres Vergara (periodista licenciada en Estética), quien dirigió el proyecto editorial. Luego se presenta un texto de Ramón López “La imaginación escenográfica”. Continúa con la planimetría de los teatros donde López ha realizado la mayor parte de su trabajo: El Teatro UC y El Teatro Municipal de Santiago. Le siguen los 27 proyectos escenográficos. Cada proyecto se publica con un pequeño texto explicativo sobre el ambientación de la obra, ficha técnica, croquis, planimetría (en el caso de que exista) y fotografías del montaje. Todo cuidadosamente seleccionado. El Epílogo son textos del del arquitecto Sebastián Gray: “Dos Escenas”, de la socióloga María de la Luz Hurtado Merino: “Imaginarios Teatrales” y de Ramón López: “Un Trayecto” .
Además se incluye la cronología de su obra, biografía y agradecimientos.
Sobre su profesión , Lopéz aclara: “…El arte escenográfico permite combinar y apropiarse de muchas técnicas; el punto es que éstas no sean protagonistas ni que anulen el ámbito de los personajes. Nuestra tarea es traducir en términos visuales y espaciales el mensaje del autor, sumándole nuestro particular punto de vista y decidiendo cómo queremos hacerlo llegar al público. Es el diseñador el que dosificará la fórmula para crear y administrar ese espacio de ficción y así impactar al espectador, transportándolo a una dimensión extra cotidiana…”
Sobre su relación con la arquitectura: “…De alguna manera, en cierto momento debí optar entre el teatro y la arquitectura, pero el desarrollo de la especialidad de la iluminación ha permitido un diálogo entre ambas disciplinas. La doble militancia profesional ha sido cíclica y me ha dado grandes satisfacciones; de uno u otro modo, el teatro y la arquitectura deben tratar, en definitiva, con aspectos de la existencia y el habitar humano. La iluminación escénica, además de permitirnos rescatar del vacío de la oscuridad y percibir selectivamente a los personajes de ficción, nos acompaña en el relato dramático apoyando las acciones y el ambiente psicológico en el cual están inmersos los caracteres; el concepto del tiempo puede ser manejado libremente o de acuerdo a la narración dramática. En el ámbito de lo arquitectónico o urbano, no existe guión prefabricado, una historia que contar o una ficción. En algunos casos el guión es la presencia misma y el valor de la obra; en otros, es el encuentro ciudadano y el azar de la dinámica de esos encuentros…”