Durante el primer mes de este 2010, hemos visto el tema “Patrimonio” abordado desde distintas aristas: proyectos de renovación a nivel inmobiliario, de reconversión e incluso de rescate, desde la mirada de los arquitectos, la comunidad y las instituciones.
El concepto “CASA OPTIMA” de Sociedad Anónima Arquitectos nos mostró un justo balance entre negocio inmobiliario y respeto por el patrimonio, que “busca rescatar elementos de valor arquitectónico, como el trabajo de conservación de la fachada, las alturas interiores y los materiales originales (pisos de madera, cornisas, pilastras y postigos) ya que sus creadores están seguros que de esta manera se logra generar nuevos espacios para vivir, pero manteniendo la identidad de una ciudad o país”.
Por otro lado, dos concursos bien llevados nos dieron buenos ejemplos de como transformar la antigua Usina Concordia (Entre Ríos, Argentina) en Centro Cultural (Arqs Maricarmen Comas, Lorena Sanchez y Fernando Vignoni), o de como mejorar el Mercado Central de Talca (VII Región, Chile) (Carlos Mardones & Asociados Arquitectos + TRI Arquitectura). El re acondicionamiento del Mercado es un buen ejemplo de que en patrimonio no solo se trata de tomar una cáscara y darle vida a través de un nuevo programa, sino de como darle un nuevo empuje con el mismo fin para el que fue concebida, adaptándose a nuevas formas de usar el programa, revirtiendo una tendencia hacia la obsolescencia urbana.
Pero no solo se necesita al gobierno llamando a concurso para poner en valor el patrimonio, y así lo demuestra un grupo de estudiantes de la Universidad Autónoma de Temuco quienes junto al municipio han iniciado el rescate de un inmueble del siglo pasado pieza por pieza, luego de que se autorizara la construcción de un nuevo edificio en ese lote.
Pero algo que me llama mucho la atención es el tema de la institucionalidad del patrimonio, con el Instituto del Patrimonio como una promesa de solucionarlo de una vez por todas. Al ver que el proyecto del Palacio Pereira (que traerá una tremenda inversión y el potencial de mejorar un área deteriorada del centro de Santiago) es actualmente cuestionado por el Comité de Patrimonio del Colegio de Arquitectos, quien llama al Consejo de Monumentos Nacionales a no aprobarlo (independiente de lo que opinemos del proyecto) da cuenta de que el proceso no es lo suficientemente estructurado. Por ejemplo, si estas críticas (o mejor dicho proceso de revisión, participación, etc) fueran incorporadas de manera obligatoria en un principio, los procesos estarían más claros, no se producirían estos reveses que retrasan el avance del proyecto, los privados verían mejores condiciones para financiar un proyecto de este tipo, y no se cae en el circulo vicioso de la renovación patrimonial: más trámites, más tiempo, más recursos… menos factibilidad.
En este caso yo no critico al Comité de Patrimonio del Colegio de Arquitectos ni al inmobiliario/arquitectos, sino que celebro que el comité se imponga como una 3a parte en la discusión, y que por parte de los privados surja el interés de invertir y recuperar. Pero si creo que falta un marco que permita de una vez por todas incluir los intereses de las distintas partes de manera clara, y de esta manera el potenciar este tipo de proyectos en vez de retrasarlos.
Una buena señal es la convocatoria a la Muestra de Patrimonio (dirigida por Maximiano Atria) de la XVII Bienal de Arquitectura, a la que se invita a todas las obras de reciclaje, restauración, puesta en valor, o de intervención de obras de carácter patrimonial. Por nuestro lado, seguiremos mostrando buenos ejemplos de arquitectura y patrimonio en Plataforma Arquitectura para dar cuenta del amplio espectro en el que se mueve esta área de especialidad de nuestra profesión.
