Un artículo reciente del New York Times confirma algo que hemos sospechado desde hace un tiempo. Un premio Pritzker se traduce en mucho dinero. La demanda de los edificios de Shigeru Ban en Manhattan se ha disparado desde el otorgamiento del premio. El New York Times informa que la cantidad de visitas a la página de Metal Shutter Houses, por ejemplo, se ha cuadruplicado en el sitio de listados Streeteasy.com. ¿Por qué? El nombre Pritzker tiene peso:
Pero, ¿qué significa cuando la arquitectura - en particular la arquitectura de un diseñador con conciencia social como Ban - se convierte en un elemento de marca? Como escribe Laura Ilonemi, "el premio Pritzker comienza a perpetuar un entorno que no es saludable para la arquitectura: se crea una división demasiado fuerte entre ganadores y no ganadores del mismo calibre [...] Comisiones codiciadas, y otras oportunidades que quizás se adapten mejor a otros candidatos, bien pueden ir a los ganadores del premio Pritzker, ayudando a reforzar la tendencia de 'edificios de diseñador' en la misma línea que los bienes y productos de consumo de marca de diseñador".
Como lo expresó un agente de bienes raíces que representa un residente del Metal Shutter Houses, "Es como comprar un bolso de Hermès, pero mejor." ¿Es, en definitiva, el premio Pritzker nada más que una herramienta de branding? ¿Debería ser más? Haznos saber tus opiniones en los comentarios abajo.