Un día después del reciente terremoto que afectó al norte de Chile, la Fundación Altiplano comenzó a trabajar inmediatamente en conjunto con las comunidades andinas e instituciones públicas evaluando daños en iglesias locales y otras construcciones patrimoniales de la región, sumando a su habitual trabajo de ejecutar proyectos de conservación patrimonial y desarrollo sostenible.
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En entrevista con El Mercurio, Magdalena Pereira, integrante del directorio de la fundación, señaló que aquellas iglesias restauradas con criterios de conservación preventiva, con anterioridad al seísmo de abril, “reaccionaron muy bien. Estamos tranquilos, pues a grandes rasgos se trata de daños menores, como caída de revoques”. Esta restauración –uso de geomalla en muros- fue parte del programa de Puesta en Valor del Patrimonio en conjunto con la Subdere (Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo), el Gobierno Regional y el BID (Banco Interamericano del Desarrollo) en iglesias como la de San Francisco de Asís de Socoroma, de Poconchile –en restauración estructural y declaratoria de Monumento Nacional- y la de la Virgen de la Natividad, todas en la región de Arica y Parinacota (2009-2010).
Reporta El Mercurio que entre las edificaciones cuya reacción frente al terremoto fue favorable se encuentran templos históricos en Candelaria de Belén, Chitita y Guañacagua, donde se registraron daños "leves y moderados", como ”fisuras y desprendimientos superficiales o lesiones de imágenes religiosas”. Una evaluación positiva que Pereira repite al analizar el estado de los centros históricos de las ciudades nortinas de Arica e Iquique. "No se trata específicamente de este terremoto, sino del daño acumulativo que dejaron los del 1987 (7,2 Richter en Arica); 2001 (8,4 Richter en sur de Perú) y 2005 (7,8 Richter en Norte Grande de Chile)", agregó en entrevista al diario chileno.
No obstante, la positiva evaluación del estado de los proyectos de restauración de iglesias del Norte Grande contrasta con los daños “moderados a estructurales” que presentaron aquellas iglesias y viviendas patrimoniales sin intervención: la iglesia de Santiago de Belén (colapso parcial del segundo cuerpo de su torre); la de Ticnamar Viejo (grietas graves y daños de emergencia); y la de Codpa (compromiso estructural), informa Iñigo Díaz de El Mercurio.
En ese sentido, la Fundación Altiplano junto a la CONADI y el Gobierno Regional, publicaron hace un año “Manual básico de restauración y conservación de construcciones patrimoniales de tierra y piedra de Arica y Parinacota”, que presenta técnicas de restauración patrimonial en adobe para estas construcciones. Este documento es de libre acceso y en esta ocasión lo compartimos con ustedes.