-
Arquitectos: NAMELESS Architecture ; NAMELESS Architecture
- Área: 3095 m²
- Año: 2013
-
Fotografías:Rohspace / NAMELESS
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Iglesia de Concreto RW se encuentra en Byeollae, un barrio del nuevo desarrollo cerca del noreste de Seúl, Corea. El proyecto evoca un sentimiento, no de una ciudad ya terminada, sino la de un edificio en un nuevo paisaje en algún lugar entre la naturaleza y la artificialidad, o entre la creación y la extinción. La iglesia, que será parte de la nueva trama urbana, se concreta a través de un flujo de espacios consecutivos basado en la forma simple, y las propiedades y los programas físicos individuales.
La utilización de volúmenes simples y un solo material adaptado al sitio recopila una serie de deseos creados en el nuevo barrio desarrollado. El hormigón, que es una estructura así como un material de terminación básico para la construcción, indica una propiedad que penetra toda la iglesia, y al mismo tiempo, una sustancia firme que agarra la gravedad del terreno donde se encuentra, lo que es contrario al concepto de abstracción. El hormigón revela su solidez como una metáfora de los valores religiosos que no se alteran con facilidad en una era de imprevisibilidad. Por otra parte, la cruz como símbolo religioso sustituye a la enorme torre del campanario y se integra con el edificio a través del espacio vacío en la parte superior de la escalera. El símbolo minimizado implica la tensión interna del espacio.
Lo primero que se encuentra al entrar al edificio es el patio de concreto vacío en la planta baja. Este es un espacio flexible que actúa como un lugar para la interacción con la comunidad y al mismo tiempo con capacidad para diversos programas religiosos. En el momento en que el usuario se va acostumbrando a la oscuridad mientras pasa a través de este patio vacío, y sube los tres pisos de escaleras cerradas, se encuentra cara a cara con un espacio lleno de luz. Este espacio interior tiene una estructura en voladizo que sobresale 6,9 metros, y es necesario pasar por este pasillo antes de entrar a la capilla. Este espacio en voladizo es una transición tanto física como espiritual que conecta la vida cotidiana con la religión. La capilla crea un sentido de la paz con un solo espacio, con una pendiente que no es tan pronunciada, que evoca la sensación de asistir a un servicio religioso en una colina baja. La luz tenue brilla a través del largo y estrecho triforio abarcando toda la capilla y prestando vigor al espacio estático.
The first thing encountered upon entering the building is the empty concrete yard on the ground floor. This is a flexible space that acts as a venue for interaction with the community while also accommodating varying religious programs. By the time you become accustomed to the dark as you walk past this empty yard, and climb the three stories of closed stairs, you come face to face with a space full of light. This interior space has a cantilever structure protruding 6.9m, and you must pass through this hall before entering the chapel. This cantilevered space is a physical as well as spiritual transition that connects daily life with religion. The chapel creates a sense of peace with a single space, using a slope that is not so steep, evoking the feeling of attending a worship service on a low hill. The subdued light gleaming through the long and narrow clerestory embraces the entire chapel and lends vigor to the static space.