Arquitectos: Andres Remy Arquitectos Ubicación: Buenos Aires, Argentina Equipo: Andres Remy, Hernan Pardillos, Julieta Rafael, Carlos Arellano, Gisela Colombo Dirección de obra: Andres Remy, asociad Hernan Padrillos Cálculo estructural: Claudio Gonzalez Iluminación: Mauricio Meta Superficie: 330m2 Año: 2007 Fotografía: Alejandro Peral
La Casa Negra nace del encargo de una joven pareja, que llegó a nosotros a raíz de una obra nuestra “La Casa de la Cascada”, lo cual nos supuso un desafío por superar lo hecho hasta el momento, aprovechando al máximo la libertad que supieron darnos a la hora de diseñar. Esta vivienda unifamiliar se encuentra situada en un barrio cerrado a 30km de Buenos Aires, en un terreno de 20m de ancho por 50m de largo con 3m de retiros laterales a cada lado, y una increíble vista al lago, que debíamos explotar al máximo. El análisis del sitio nos marcó ventajas y desventajas que debíamos considerar a lo largo de todo el proceso de diseño: las inmejorables vistas al lago se daban en el contrafrente del terreno, mientras que la mejor orientación estaba al frente, el terreno que se nos presentaba angosto, el entorno construido nos enmarcaba las visuales… Ante a un programa de necesidades sencillo, para una pareja socialmente activa sin hijos, entendimos la importancia que tendría en esta casa la resolución de las áreas públicas, dando lugar a un esquema pensado en corte donde trabajamos el programa social divididos en dos. Por un lado se dispuso el programa de uso cotidiano, como ser la cocina y comedor, y por otro lado el living, más próximo al lago. El fuelle de agua que los separa, permite bañar de luz indirecta a los ambientes, a través del reflejo que genera el sol del norte sobre él, evitando el recalentamiento de los mismos. De esta manera, la luz está presente en todos los ambientes de la casa, pero nunca de forma directa.
Ambos programas se conectan a través de un trayecto sobre el agua, materializado por un puente de vidrio que parecería no estar mientras el canal corre bajo nuestros pies. El living de 10x5m , libre de divisiones y totalmente vidriado, se resolvió en desnivel respecto del resto, permitiendo así una permeabilidad visual de los ambientes por sobre él, y acaparando la inmediatez de la laguna. La resolución de la planta alta, mantiene el mismo criterio de diferenciación de sectores, hacia el frente se dispusieron los dormitorios de los futuros hijos con dos ventanales posteriores hacia el lago y a modo de puente, entre los dos volúmenes de planta baja, se ubicó la suite, con un gran voladizo que conquista las mejores visuales, pareciendo flotar sobre el lago. Una casa de una sobriedad casi provocativa, donde los ambientes diáfanos de un blanco impoluto contrastan, hasta emocionar, con el exterior totalmente negro, recordándonos el mordisco de una manzana. Una fuerte impronta que ha terminado por bautizar la casa.