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Arquitectos: Olimpia Lira
- Área: 259 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Tomás Rodríguez
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El diseño se basa en dos primicias: Su cliente es artista, por lo que la casa debía ser también taller; y se debían reutilizar las 6 puertas, 43 ventanas largas y 38 ventanas cortas de Pino Oregón que el cliente había comprado hace 28 años en la demolición del Gran Hotel de Zapallar.
El terreno está a 6 km de la costa en una explanada rodeada de cerros y quebradas cubiertas de vegetación nativa perenne. La casa se emplaza en medio del paisaje como un volumen simple y puro en un sector sin árboles y retirada hacia el sur, para aprovechar el máximo sol en invierno.
Se construye entonces un volumen rectangular que se divide en dos longitudinalmente, que definen dos sectores con diferentes alturas según sus usos. Esta división es evidente en corte y en las fachadas laterales.
El espacio común (4m en promedio) es acceso, taller, living, comedor, circulación y biblioteca, y el sector privado (3m en promedio) se divide en piezas, baños y cocina, todos con acceso directo desde el espacio común.
Todas las ventanas disponibles, se reparten sucesivamente en el perímetro de la casa como puertas al exterior, y se definen con el marco de hormigón de los muros de 30 cm de espesor. En el espacio común, las ventanas se distribuyen simétrica y repetidamente en todos sus sentidos, para acentuar la flexibilidad y a la vez rigurosidad del espacio. A su vez le dan luz desde las 4 orientaciones para obtener las condiciones lumínicas adecuadas para trabajar y una relación visual constante con el paisaje.
Los materiales y texturas son importantes para darle escala humana y atmósfera al volumen. Para eso el sistema constructivo (albañilería reforzada) se deja en evidencia, y al igual que las ventanas, el parquet, vigas, maderas y pilares también son elementos reciclados.