- Área: 139 m²
- Año: 2013
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Fotografías:Gustavo Frittegotto , Manuel Cucurell
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este proyecto se sitúa en un sector de la incipiente pampa agrícola en proceso de transformación, producto del crecimiento económico que experimentó argentina en los últimos años y de la ilusión de abandonar el caos de la ciudad.
Allí, un nuevo desarrollo de lo urbano parece replicar un esquema predominante de aprovechamiento y productividad del suelo: un imperativo de racionalidad de cálculos y de máximos beneficios en el rendimiento de la tierra.
Son urbanidades que han desplazado los cultivos dando lugar a barrios sin espacio público. Ya no hay veredas con árboles y sombras, sólo calles internas y servicios mínimos. Paradójicamente, estos páramos de la llanura argentina parecieran editar una colonización de la pampa. Hace más de un siglo, a través del ferrocarril y con estaciones cada cuatro leguas, se poblaba la inmensidad de la llanura. En estas colonias los nuevos pobladores debieron enfrentarse al vacío de la inmensidad y al temor a la oscuridad y la distancia por las noches.
Esta escena hoy se repite, pero en no mucho tiempo estas áreas terminarán por consolidarse dando origen a una nueva eventualidad: la intimidad de los habitantes será invadida por la imposibilidad de materializar muros medianeros y por la densidad con que han sido concebidos estos barrios
Casa Cisura
¿Cómo concebir una estructura espacial que más allá de albergar las actividades requeridas sea capaz de dar respuesta a las eventualidades de un escenario y de un hombre en transición? Una estructura que pueda afrontar la necesidad de protección y amparo en un primer momento para, pasado el tiempo, transmutar en privacidad.
"Atendiendo a estas preocupaciones, la introspección es el argumento que orienta y fija los criterios de búsqueda." La cisura, en tanto acción y concepto, es gesto que confiere al proyecto su carácter expresivo, corporeizando la luz y determinando distintas espacialidades donde adentro y afuera se expresan como conceptos ambiguos e indistintos.
Vivencias introspectivas y anónimas de lo atmosférico son posibles gracias a concebir pequeños patios dentro de la espacialidad interior, donde incluso se abre la posibilidad de experimentar ducharse bajo una lluvia de verano.
La casa es concebida entonces como un sistema abierto, un conjunto ordenado de elementos y factores relacionados que interactúan entre sí. Cada una de las partes tiene una función específica, las que integradas y dependientes unas de otras mantienen el conjunto en funcionamiento.
La coherencia del proyecto como unidad surge de la simbiosis entre los factores propios del sistema, los del entorno en transición y de esa compleja trama de emociones propias de toda creación humana.