La oficina británica Weston Williamson+Partners ganó recientemente un concurso internacional para diseñar el Estadio de Atletismo de Brasilia, con capacidad para 70.000 personas, como parte de la nueva infraestructura proyectada para los Juegos Olímpicos de Río 2016. La estructura circular se inspira en las alas de un pájaro en vuelo, con una capa externa de "plumas" independientes que reacciona a los cambios climáticos y a la iluminación.
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El estadio se apoyará sobre una base de madera elevada rodeada de agua y árboles, lo que permite moderar su temperatura interior con refrigeración pasiva. Las perforaciones en el zócalo permitirán que la luz penetre en las zonas de sombra inferiores.
Combinado con un pabellón en forma de luna creciente, el área inferior proporcionará un lugar perfecto para escapar del calor del día durante los Juegos.
Los arquitectos buscaban reflejar un espíritu utópico, asegurando que el estadio no tuviese identidad fija para poder adaptarse constantemente a su medio ambiente. Esta característica lo transforma en un icono de la capacidad de adaptación, haciendo un paralelo con el pueblo de Brasil, capaz de adaptarse a un país que se redefine continuamente.
Vía Inhabitat