Descripción enviada por el equipo del proyecto. En una pequeña localidad en la vertiente norte de la sierra más cercana a Madrid, San Rafael, siempre se ocupó el territorio por medio de hotelitos de veraneo que, aunque faltos generalmente de carácter, configuraron un paisaje en el que las montañas próximas han mantenido siempre el protagonismo.
Sin embargo nuevos planeamientos y desarrollos imponen tipologías diferentes. De la tensión dialogante entre los nuevos modos urbanos y la segura persistencia de edificaciones de menor tamaño, nace la propuesta.
Completando la manzana existente se trató de mantener un diálogo sereno con las edificaciones próximas: por un lado, un vecino medianero, sin carácter y con una altura excesiva, obligaba a encontrar una estrategia que diera cierta continuidad en altura. Por otro, la conservación de edificaciones exentas y muy próximas hacia las que la propuesta debía cierta consideración. Es por ello que se emplean alineaciones, la cornisa, y los ritmos de los huecos para articular esas fachadas sugiriendo alturas y densidades materiales diferentes.
Se recurrió a la solución tradicional en el vecindario de las contraventanas para aislar los huecos de la luz y ruido, además de procurar un cierre seguro en los meses en que las viviendas no se encuentren habitadas.
La fachada, resuelta con un modesto ladrillo dispuesto con la lógica constructiva de un cierre más que un falso muro de carga, y un mismo tipo de hueco, trataban de explorar la potencia de un paisaje por medio de la apertura a las vistas de la sierra cercana.
Es sentida la presencia de las arquitecturas tranquilas y honestas de Coderch o de Gardella más que los pasajeros influjos de la actualidad. Se reivindica igualmente, una verdadera sostenibilidad más por unas sanas relaciones de forma que por la presencia de materiales costosamente ecológicos.
Se aboga por un nuevo realismo (NR) que de cabida a una Arquitectura entendida como fruto de una tradición propiamente arquitectónica, lejos de las excesivas tecnologías del trabajo de las computadoras y de las falsas mezclas con otras disciplinas que difícilmente dan como fruto arquitectura. Se apuesta por la Arquitectura con sus propios valores como un hecho evidente pero olvidado.
Rescatar la geometría y la construcción del aparente abandono a la que han estado sometidas, creemos, que facilita hoy el desarrollo de la disciplina de la Arquitectura por caminos aun no transitados.