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Arquitecto: Joaquim Mestre Ferrer, Mauro Conti
- Área: 840 m²
- Año: 2010
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Fotógrafo:Duccio Malagamba
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La vivienda se sitúa en una urbanización residencial en la ladera de la Vall d’Aro, en la Costa Brava Gironina, a unos 100 km al norte de Barcelona.
La parcela de 840 m2 tiene una forma peculiar, resultante de la parcelación aplicada en los tramos inferior y superior de la calle principal y delimitada en su lado oeste por una curva de 180 grados, asimismo límite de la urbanización con una zona verde.
El terreno tiene una pendiente pronunciada, y aunque de forma irregular, está bien orientado, nord-sur en su sentido longitudinal, y tiene unas vistas privilegiadas sobre el valle y el mar.
El proyecto es de una vivienda unifamiliar para una pareja con sus dos hijos. Un hogar, un lugar donde refugiarse, un lugar de paz, de convivencia, un lugar para compartir, para aislarse, para jugar y para trabajar, un escondite para amar y para pelearse.
Tres momentos.
Llegar (planta sótano). La montaña me protege, el sótano es mi cueva. He llegado a mi refugio. Me quito el abrigo, los zapatos. He llegado a casa, estoy en casa. Tu llegas por el exterior. Descubres los espacios, los volúmenes. El agua te guía hasta una escalera. Subes. La piscina te acompaña, el salón, el comedor, … la cocina? Tu mirada ya está dentro. Te veo. Tu también has llegado.
Compartir (planta baja). La familia, los amigos, interior y exterior se compenetran, sin puertas, sin barreras, ni vallas ni barandillas, ni persianas ni cortinas. Las sombras construidas nos protegen. Roca, agua, madera, hierro y hormigón, para construir espacios, descubrir rincones, encontrar y encontrarse, crear momentos y recuerdos. Espacios interrelacionados, modulados por las alturas, por cambios de nivel casi imperceptibles, por las vinculaciones con el exterior (de verdad es exterior?), ... nuestro mundo es tu mundo.
Descansar (planta piso). La caja. Un volumen compacto, hermético hacia el exterior y abierto hacia el interior. Un corte en la fachada lateral para descubrir el día cada mañana y una gran abertura frontal, en voladizo, para sumergirse en la Vall d’Aro. En el interior un único espacio, jerarquizado por los recorridos y modulado por la secuencia de las estancias, … nuestro mundo es mi mundo.
Una casa sencilla, sencillamente una casa. Y los clientes contentos. Bien