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Arquitecto: Jimenez Arquitectos
- Área: 100 m²
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Fotógrafo:Esteban Morales
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto del Family Office, Jiménez firma de Familia, comprende instalaciones administrativas y un centro de negocios . Ubicado en el núcleo de oficinas de Nueva Las Condes, Santiago, el proyecto se sitúa en el piso 14 piso de una torre que domina una interesante vista - dada por su ubicación nor-poniente-, que abarca desde el cerro San Cristóbal, pasando por el Parque Araucano y remata con la cordillera de Los Andes.
Dado este contexto urbano y natural se solicitó que fuera parte integrante del proyecto, generando comunicación entre lo exterior e interior. Entre el verde de la naturaleza y el marcado acento de arquitectura corporativa del entorno.
Sobre esta idea se planteó de parte del cliente el requisito angular que debía tener el programa la amplitud visual, y la transparencia. De forma tal que la expresión exterior tuviera un equivalente interior. Además el mandante solicitó un privado y una sala de reuniones que si bien fueran recintos cerrados, no interfirieran visualmente con el entorno. La imagen corporativa que se buscaba expresar debía ser una integración entre lo amigable de la naturaleza y la tecnología que constituía el estilo de trabajo del grupo. Dentro de lo posible al tratarse de un edificio ya construido, se solicitó incorporar conceptos de ecología y sustentabilidad.
Fue así como nació este proyecto que plantea el uso de una planta libre de 100m2, con pocas subdivisiones y una rótula central como sala de reuniones.
La idea fue generar las estaciones y puestos de trabajo dentro de un espacio sin subdivisiones utilizando eficientemente el espacio disponible, y facilitando el trabajo en equipo.
Por esta razón es que las áreas de trabajo y el único privado, fueron localizadas en las dos de las caras acristaladas del perímetro, con el propósito de aprovechar la iluminación natural. Hacia el interior se ubican las zonas donde se requeriría menos iluminación como son las áreas de reuniones y los servicios.
Para reflejar interiormente el entorno natural que se aprecia entre las torres de oficinas, es que se diseñó un muro verde. Este es el jardín interior de la oficina, el que refresca el ambiente, y que da tonos y colores variables a las áreas de trabajo conceptualmente mas duras. El concepto de lo natural fue trabajado como equilibrio al aspecto industrial que se había propuesto, considerando así texturas en madera y tonos neutros.
Conceptualmente se trabajó la altura completa entre losas, sin mediar un cielo falso, exponiendo así las instalaciones de clima e iluminación con la finalidad de generar una espacialidad mas amplia y evitar sensaciones de encierro.
El toque plástico y algo lúdico que aliviana el espacio se logró con la incorporación de colores vivos a través de pinturas que dialogan entre sí y se expresan repetidamente dentro de las estructuras de la oficina. La iconografía de los cuadros sale de ellos y define la señalética de algunos recintos y hace amigable los paneles vidriados que definen los recintos cerrados.
Dentro de este concepto de trabajo grupal y convivencial se plantea una kitchenette abierta a las zonas de trabajo, la cual invita recurrentemente a los usuarios a interactuar con un café en la mano. El mini bar se planteó tras una de las esquinas opacas del edificio aprovechando el uso de shaft. Es justamente en esta esquina donde se produce un quiebre entre las zonas abiertas de trabajo con la oficina privada.
La composición de los volúmenes duros son el respaldo necesario para delimitar áreas de servicios y los servicios de apoyo. Están conformados por mobiliario en obra, cuyos colores neutros identifican y dan contexto a la distribución interior. Estos “muros” son en esencia closets y estanterías para la documentación administrativa.
En concordancia con la ambientación ecológica, el proyecto de iluminación completo fue diseñado en conjunto con el arquitecto. Todas las luminarias son de tipo LED.
El resultado es un espacio de trabajo que se siente mas amplio que los 100 m2 reales, que aprovecha muy bien las fachadas acristaladas piso cielo, y que logra mantener conexión entre quienes integran el grupo de trabajo y coherencia con el entorno. Resumen y resuelven muy bien el mandato de imagen transparente, amigable, tecnológica y ecológica.