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Arquitectos: N MAEDA ATELIER
- Área: 57 m²
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Fotografías:STUDIO DIO
La composición básica de este proyecto es una estructura de dos capas que consiste en una caja blanca que flota sobre una capa inferior suavemente rodeada de vidrio y paneles de aluminio perforado.
La transparencia y la apertura de esta capa es una solución natural para el requisito funcional de exponer la presencia de una peluquería a los clientes potenciales y otros transeúntes.
La unidad superior que contiene dos plantas presenta un marcado contraste con la capa abierta y transparente inferior. Mirándola más de cerca, la superficie del muro muestra una textura similar a la de una cerámica hecha a mano, evitando la textura de los productos industriales, planos y uniformes.
La textura de cerámica artesanal es el resultado de la operación y aplicación manual y repetida del material impermeable en el muro. Junto a esta consideración a la textura del volumen, se han trabajado las perspectivas del edificio a larga distancia mediante una operación de transcribir el cielo en la pared, generando un acabado "nuboso", con diferentes tonalidades de gris.
En un día nublado, la masa flotante se mezcla con el cielo y sus bordes curvos pierden su importancia individual fundiéndose gradualmente con en el fondo.
El espacio de acceso es un gran vacío dentro de la enorme caja. Esta es finalmente la configuración espacial de toda la casa; un volumen pesado con un gran espacio abierto en su interior.
El acabado de los muros interiores es rugoso. El material es en realidad un panel contrachapado barato, disponible en cualquier tienda de Japón. Para darle esta textura particular, se cortaron los paneles en tablas estrechas de un ancho de 200 mm cada una y luego se retiraron manualmente las partes blandas para permitir que los granos duros se destaquen en la superficie. Con la pintura blanca, el material común se ha convertido en un material de acabado único.
La diferencia en el resultado puede parecer bastante pequeña desde la distancia, pero una mirada desde cerca muestra la textura áspera, que parece envejecida naturalmente. El tratamiento de envejecimiento artificial para exponer la naturaleza real de la "madera" dentro de un material industrialmente procesado es una especie de manifestación de nuestro homenaje a los materiales que finalmente conforman el espacio arquitectónico real de la casa.