D house / Lode Architecture

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Beached on the estuary’s banks, where fresh waters meet rising tides, the D house cultivates contradictions. It can be either a shelter or a reception place, an intimate space or the place for partying. It is driven by opposite currents and its character varies depending on its occupants’ moods and natural cycles.

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Al descubrir la casa, lo primero que debemos vislumbrar es la sección que sobresale. Gracias a un muro de contención, un espacio hueco aparece a abajo. La vida se organizan en torno a la chimenea, a las escaleras y a una cocina central. Todo a su alrededor, las vistas panorámicas del paisaje y del río, son ofrecidos desde el piso superior. Pozos de luz atraviesan el piso de arriba ingresando al cielo en un paisaje mezclado. En el suelo, la piedra desaparece, y los ángulos de las ventanas se desvanecen. Vivimos en el interior de la madera.

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Arriba, una sucesión de pequeños espacios crean un ambiente silencioso completamente diferente. Cruzamos una serie de habitaciones contiguas, iluminadas a través de celosías de madera que filtran la vista y la luz tenue. Desde las habitaciones, se puede acceder fuera de los espacios cerrados para que entre aire fresco o tomar el sol por encima de la sala de estar. La naturaleza está por todas partes.

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Las fachadas opuestas reflejan la dualidad de estos espacios. De maneras muy diferentes, ambos adoptan la misma estrategia de camuflaje: el reflejo de las hojas de las superficies acristaladas, o el revestimiento de tablas sin tratar, que imitan la naturaleza que lo rodea y cuya textura se funde en el entorno arbolado. La sofisticación y rusticidad, la abstracción y la materialidad, la arquitectura de la casa trabaja con juegos dialécticos, como un paisaje que extrae su fuerza de la confrontación de los elementos.

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