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Arquitectos: Níall McLaughlin Architects; Níall McLaughlin Architects
- Área: 2 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Níall McLaughlin Architects, Nick Kane
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El terreno cedido por la Universidad para la nueva residencia era lo suficientemente ancho como para permitir una sala de estudiantes y un pasadizo de conexión. La trama era de 6 m de ancho por 175 m de largo, por lo que no fue posible realizar entradas individuales al nuevo edificio desde el norte. Las habitaciones de los estudiantes, con el tiempo, se conectarán nuevamente con los edificios existentes, a medida que el proyecto avanza gradualmente.
El diseño fue concebido en los términos del análisis del entorno pintoresco de Oxford. Elementos de construcción se utilizan para enmarcar y poner fin a las vistas cortas.
A medida que se avanza a lo largo de la calle se llega a pequeñas plazas públicas que abren nuevas perspectivas. Esto nos permitió entrelazar los edificios nuevos y viejos de una manera asaroza, como al moverse a través de la ciudad.
Las habitaciones de los estudiantes se articulan con ventanas salientes de madera como una reformulación contemporánea de los antiguos edificios del Somerville College. Esto busca crear una variedad en las fachadas a medida que se pasa frente a ellas. Desde un punto de vista, es todo de cristal, desde otro, se revela toda la madera.
Construcción / Un programa de construcción rápida determinó la prefabricación como la metodología de construcción preferida. Trabajando en estrecha colaboración con el contratista, se ideó la prefabricación de la estructura principal, las ventanas de madera y las torres de escaleras. Esto aseguró que los bloques de departamentos nuevos fueron entregados a tiempo, con la máxima calidad y con una interrupción mínima de las clases en la universidad.
Sustentabilidad / El proyecto Somerville fue diseñado con la sostenibilidad y la conservación de la energía como impulsor clave del diseño. El enfoque adoptado por el equipo de diseño fue reducir al mínimo la demanda del edificio, proporcionando así el proyecto más rentable posible y bajando su emisión de dióxido de carbono.
La envolvente del edificio era la principal preocupación para lograr la estrategia energética. El revestimiento fue prefabricado casi en su totalidad para garantizar un nivel muy alto de aislación y estanqueidad.
La calefacción a través del suelo fue seleccionada para funcionar a temperaturas de flujo más bajas y así aprovechar al máximo los orificios hundidos bajo la huella del edificio, conectados a una bomba de calor de tierra de 90kWt (Ground Source Heat Pump). Esto resultó en la reducción de la demanda de energía del edificio en casi un 15%.
La carga de agua caliente usa paneles solares térmicos instalados en la cubierta. Los cálculos indican que esto va a generar el 10% de la demanda de agua caliente del edificio y así reducir la demanda anual de energía en un 2 a 3%.
Todas estas medidas ayudaron al proyecto para lograr un muy buen estatus en el BRE Environmental Assessment Method (BREEAM).