- Año: 2012
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Fotografías:Gabriel Campuzano
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Proveedores: Alfa, Cemex, Concisa, Formesan
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En un terreno localizado en el borde sur de la ciudad de Pereira, en la cordillera central de Colombia se localiza esta institución educativa pública. Un lugar en condición de límite de ciudad y a su vez de nuevo polo de desarrollo urbano, con una población creciente demandando nuevos equipamientos públicos y de servicios.
La morfología urbana de la ciudad de Pereira está determinada por su geografía, en donde una serie de cañones y montañas que corren de sur a norte se intercalan entre sí dando como resultado un tejido urbano fraccionado, interrumpido por el verde de los cañones y densificado en su mayoría en la cresta de las montañas.
El emplazamiento del proyecto se da en una de esas “crestas”, en situación de borde contra un cañón en su costado sur y el barrio preexistente en su costado norte.
La geometría del terreno deja poco espacio para ser liberado, razón por la cual el programa se desarrolla en un gran edificio de tres plantas que recorre el lote de extremo a extremo en sentido longitudinal, orientando las aulas hacia el sur o hacia el norte, disfrutando de la vista lejana hacia el centro de la ciudad o hacia el borde urbano. Este edificio principal, zigzaguea para acomodarse al lote, paramentándose contra la vía principal del barrio, de tal manera que abraza y protege el interior del colegio.
Al interior se desarrollan en bloques independientes el aula múltiple, las canchas deportivas, el patio de banderas y el preescolar en torno a su propio patio.
El gran edificio, es como un barco que "flota" en la mitad del barrio y emerge de manera imponente para convertirse en un referente visual, promoviendo una nueva valorización urbana.
A los distintos niveles del proyecto se accede a través de una rampa exterior y se conecta por medio de puentes con la cubierta del aula múltiple que a su vez es una plaza útil (patio de primaria).
El esquema libera una Plaza Publica Cubierta en la esquina principal del barrio, comportándose como un amortiguador entre la vida del barrio y la actividad del colegio, ofreciendo un espacio para el disfrute de los habitantes y vinculando a la institución con la comunidad.
La guadua, un material renovable, recurrente en la arquitectura tradicional de la región y usualmente utilizado como elemento estructural, se usa en este caso como cerramiento y elemento de control solar. Se consolida como un fuerte referente estético y de vínculo cultural, produciendo la vibración de un material natural, enmarcado y contrastado por materiales industriales como el concreto y el ladrillo.
Debido al clima templado del lugar, el edificio hace uso de la ventilación natural con el propósito de mejorar las condiciones térmicas de los diferentes espacios del proyecto. Se genera una ventilación cruzada entre las fachadas y por las cubiertas, minimizando el uso de sistemas mecánicos de enfriamiento y generando un considerable ahorro energético.
La primera planta del colegio alberga las actividades comunales, tales como la Biblioteca, el salón múltiple, la sala de internet, los laboratorios y las aulas de artes, con el objetivo de que en los fines de semana, estas dependencias se destinen para el uso colectivo por parte de la población del sector, potenciando su carácter público y convirtiéndose en un equipamiento plural, que le sirve a toda la comunidad y que HACE CIUDAD.