Descripción enviada por el equipo del proyecto. Se encarga una vivienda unifamiliar en un parque residencial al norte de Santiago. Sitios que bordean los 5000 m2 y rodeados en su mayoría por canchas de golf y áreas verdes, tienen la presencia constante de la cordillera, altas temperaturas en verano y vientos provenientes del sur. Se busca incorporar el paisaje en la vida cotidiana de la vivienda, aprovechando la solicitud del mandante de querer pasar tiempo importante del año en los espacios exteriores.
El terreno tiene un parque hacia el norte, una calle hacia el poniente y otra hacia el sur, donde se ubica el acceso. La casa se sitúa hacia la esquina de las dos calles para liberar el jardín, provocando una continuidad con el parque y despejando las vistas hacia la cordillera por el oriente.
Todos los espacios interiores se organizan en torno a un patio central de 8 x 8 m que recoge parte del terreno y lo incorpora en la vivienda. Delimitado por la losa de techo, este patio abre su cara norte para proyectar la vista hacia el jardín. Un tercio de su superficie es atravesada por un espejo de agua que refuerza esta perspectiva a través de una terraza cubierta. Las zonas públicas participan constantemente del patio desde el acceso principal hasta el estar, articulando los servicios hacia el poniente. En la cara oriente, un muro de doble altura cierra controladamente la zona privada sin perder su participación con el patio y acompaña la subida hacia el dormitorio principal. Desde allí, se puede salir a una gran terraza techada que domina el paisaje, donde el quincho y la piscina se ubican a una cierta distancia aprovechando el terreno en toda su extensión.
Algunos muros perimetrales se prolongan para dirigir las vistas y cerrar la casa hacia los vientos y calles cercanas. También las losas se extienden como aleros para proteger del sol los ventanales y cubrir las terrazas. Estos elementos arquitectónicos radicalizan la apertura de los espacios interiores profundizando su presencia desde el exterior.
