- Área: 5 m²
- Año: 2012
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Fotografías:Gustavo Sosa Pinilla
Descripción enviada por el equipo del proyecto. 48 Casas fue un intento de trabajar sobre varios temas a la vez. Entender el "cómo" concebir la posibilidad de formalizar una estructura urbana y doméstica a la vez, una construcción sostenible en cuanto a los recursos y la calidad, y al final del proceso, una obra habitada por "alguien", ni conocido ni reconocible.
Está sobre un lote de medidas extrañas a Buenos Aires. En la ciudad opera como una sustitución de las típicas casas de barrio porteñas. Se densifica el suelo urbano sin perder la escala tan apreciada de "lo barrial". Un ejemplo de cómo puede ser un urbanismo posible que, sin apelar a la altura como recurso, modifique la tendencia expansiva de la Metrópolis Buenos Aires. Esta relación entre Edificio / CPU es importante, y se tradujo en un primer material de trabajo.
Escala. Barrio e interioridad.
Establece con el fragmento de ciudad, con la calle y la vereda, sus usos y equipamientos, diferentes relaciones. Es un trabajo sobre la medida y las proporciones de los elementos de la disciplina, una alternancia entre lo objetual urbano y lo expresivo de lo doméstico. Estas relaciones objeto / expresión / urbano / doméstico, son recursos del proyecto. No relaciones duales, sino un trabajo sobre la multiplicidad.
No hay idea ni recurso, solo definición de algún "procedimiento". 48 casas es hacia el interior, patio a la manera del conventillo, y jardín "fondo" a la manera del espacio moderno. Es un trabajo donde la variación, la alternancia y la medida son recurso formal, estructural, funcional. Intenta establecer relaciones entre la parte entendida como lo mínimo y la suma de partes pretendida como una totalidad.
Si con la vereda calle, tensiona la relación entre lo doméstico y lo urbano, dentro, en el patio y en el jardín, tensiona entre lo doméstico y lo colectivo. Los recorridos verticales, horizontales, los balcones / expansiones / patios, dentro del edificio intentan multiplicar escalas produciendo estructuras, transparencias, visuales, un intento de diluir el límite entre los espacios resultantes. Estos espacios son también espacios de relación y encuentro de los habitantes, una interioridad compartida, un "antipalier".
Repetición
En 48 casas 4 se repiten. Es un intento de particularizar al extremo la unidad como medida individual del habitar, y cómo el montaje de lo particular se tensiona en una construcción totalizadora.
El edificio se transforma así en un sistema de múltiples lecturas como proyecto, luego sumadas a las posteriores que da la construcción.
Esta obra podría ser contada, o leída, en capítulos o fragmentos proyectuales. Donde cada fragmento tiene su propio significado, se produce una totalidad que, de ser esto posible, es la suma de los reflejos de cada uno de ellos.