A sólo semanas de haber revelados los diseños para la 425 Park Ave., pronto a ser un edificio ícono en Nueva York, Foster + Partners ya está dando puntadas a otro emblemático edificio de la ciudad: Grand Central Station.
Ayer, en el MAS 2012 Summit, Norman Foster fue uno de los tres arquitectos en presentar su re-imaginación de la estación, que cumple 100 años este mes de febrero. Por desgracia, no ha sabido crecer bien. Diseñado para apoyar a 75,000 personas al día, Grand Central, uno de los centros más activos del mundo del transporte, habitualmente maneja cerca de diez veces esa cantidad (y hasta un millón en los días punta). Con el próximo acceso lateral LIRR Oriente y los planes para re-programar la zona, ahora es el momento de volver a pensar en el futuro de este edificio.
Foster + Partners ha desarrollado una enorme experiencia en programas de tránsito, habiendo diseñado algunos de los mayores aeropuertos del mundo, viaductos, estaciones de metro - incluso un puerto espacial (tal vez no hay mejor ejemplo de su facilidad para hacer frente a enormes desafíos de infraestructura que su propuesta para el Eje Thames) . Esa experiencia se nota en su visión para el Grand Central, la que facilita la accesibilidad y la movilidad mediante la ampliación de las explanadas, la mejora de los accesos, la ampliación de los espacios públicos, y la reconfiguración de las calles en favor de los peatones - trayendo, en sus palabras, "la claridad de regreso a la Grand Central".
Más de este proyectos, después del salto.
Grand Central Terminal es uno de los puntos más famosos de Nueva York y contiene quizás el espacio cívico más fino de la ciudad. Sin embargo, con el tiempo se ha convertido en una víctima de su propio éxito. Un edificio diseñado para ser utilizado por 75,000 personas por día ahora rutinariamente maneja diez veces ese número con hasta un millón en los días punta.
El resultado es un grave hacinamiento; las conexiones a las líneas de tren y metro por debajo de la explanada son inadecuados, y la experiencia de llegada y salida es pobre. Sumado a ello, las calles circundantes se atragantó con el tráfico y los peatones son marginados. El rápido crecimiento de altos edificios en las cercanías casi ha consumido la terminal.
Dentro de la estación, la propuesta crea explanadas más amplias, con nuevas y mejoradas entradas. Externamente, las calles se reconfiguran como rutas compartidas entre vehículos y peatones y Vanderbilt Ave. completamente peatonal. Así, la propuesta crea nuevos espacios cívicos que darán al Grand Central una configuración urbana adecuada para los próximos 100 años.
La entrada de la calle 42 hacia el sur, donde el acceso es muy limitato, será ampliado para cubrir la elevación completa utilizando aperturas existentes, facilitando enormemente la accesibilidad. El acceso a través del túnel en la entrada norte de Park Avenue se reequilibra a favor de los peatones mediante la creación de grandes espacios, agrandamiento de subterráneos a través de la construcción del edificio Helmsley. Lexington Avenue al este será arbolada con grandes aceras y se beneficiarán de un acceso de túnel más prominente y mejorado al Grand Central. La idea de peatonalizar Vanderbilt Avenue hacia el oeste se prorrogaría. La calle se ancla al sur con un nuevo e importante espacio cívico ampliada entre la calle 43 y la entrada oeste a la terminal y al norte por una plaza que acomodaría nuevos accesos a las líneas del East Side. Cafés y árboles traerán a la calle nueva vida y un respiro a la Grand Central Terminal.
En la plataforma y en los niveles más concurridos donde la congestión es particularmente aguda para los viajeros en las líneas 4, 5, 6 y 7, ampliaremos radicalmente las áreas de conexión públicas, para hacer frente al enorme aumento del tráfico de pasajeros en los últimos 100 años. Esto transformará la experiencia de los pasajeros que llegan y salen. Una nueva y generosa explanada se creará bajo la plaza de la entrada oeste por la Avenida Vanderbilt conectando directamente en la explanada principal de la estación.
Este visionario plan maestro con su enfoque en los peatones y viajeros permitirá al Grand Central recuperar la estatura cívica que le corresponde como una de las principales referencias en Nueva York y un centro de transportes adecuado al siglo 21.
"El llamado del Municipal Arts Society para estudiar los próximos 100 años de la Gran Terminal Central en el contexto de la ciudad y su esfera pública representa un importante y bienvenido debate que ayudará a dar forma a la futura configuración de la ciudad. La calidad del espacio público de una ciudad refleja el nivel de orgullo cívico y tiene un impacto directo en la calidad de la vida cotidiana. Con la llegada del acceso del lado este del Ferrocarril de Long Island, junto con el plan de re-programar el distrito, nunca ha habido una mejor oportunidad para abordar los temas de acceso público y la movilidad en torno a uno de los terminales de trenes más grandes del mundo."
- Lord Norman Foster