Arquitectos: Nemaworkshop Ubicación: Nueva Orleans, Louisiana, Estados Unidos Año Proyecto: 2012 Fotografías: Michael Kleinberg
Contratista: Case & Associates Iluminación: nemaworkshop
Creemos que los buenos diseños provienen de la investigación y exploración, que es algo que desarrolla dentro de los contextos físicos y sociales de un lugar. Nueva Orleans es una ciudad llena de historias. Es la cuna del Jazz. Es el lugar donde fue inventado el primer cóctel. Es el escenario de diversas novelas. Es el lugar donde la lectura del tarot y las artes oscuras prosperan. Descubrimos que la ciudad tiene fantásticos pasajes donde ocurren las historias. En el Barrio W French, estos misteriosos espacios que crean el tejido social de la ciudad, son la base misma de nuestro diseño.
El concepto para este barrio tiene dos principios fundamentales que en realidad comparten más atributos de los que uno podría pensar. En primer lugar nos centramos en el Jazz – Louis Armstrong, la trompeta, el bronce, la mezcla de sonidos europeos, africanos y caribeños. En segundo lugar están las artes oscuras – tarot, gris-gris, amuletos. Lo que une a estos dos es que son a la vez impredecibles y emergen de un misterioso subsuelo. Al igual que la ciudad de Nueva Orleans en sí, tienen su propia lógica interna, que es intuitiva, impulsiva y espontánea.
Las plantas del hotel se dividen en dos tipos: Jazz o Tarot. En la habitación, hay una imagen que va de suelo a techo y parcialmente a través del techo, envolviendo la esquina de la habitación. En las habitaciones de tarot, la imagen es de la reina de pentáculos y en el jazz es un primer plano de una trompeta. El minibar es un objeto de metal facetado con una cubierta iluminada, una versión moderna de la idea de un altar con candelabros. Cubriendo la televisión se ubica un espejo convexo que da una impresionante perspectiva distorsionada de la habitación, como si estuvieras mirando a una bola de cristal. Las persianas de altura completa son una referencia directa a la historia de la arquitectura de Nueva Orleans y un distanciamiento de las líneas limpias y modernas de los muebles.
Que Nueva Orleans sea la cuna de la coctelería y jazz no es sorprendente, ya que es una ciudad con diversas corrientes culturales que se mezclan y re-informan entre ellas. Sobou capta la idea de la coctelería y su relación no sólo con los cócteles, sino también con el jazz y las artes oscuras. Cada uno de los espacios en el restaurante tiene una interpretación diferente del concepto de la coctelería. La entrada y la zona de comedor recuerda un boticario que habla de los orígenes de la coctelería. Desde el suelo hasta el techo las paredes están revestidas en botellas y el espacio está dividido por cajones de boticario y otros iluminados que exhiben un conjunto de herramientas de época, batidores y vasos del Museo del Cóctel Americano.
El comedor principal tiene una instalación donde las botellas de vidrio que brillan se multiplican hasta el infinito y un par de grandes accesorios de bronce recuerdan el final de una trompeta e iluminan el espacio. Visible desde todos los espacios del comedor está un bar ligeramente curvo de bronce. La cubierta de granito miel de la barra se interrumpe en la mesa del chef donde se convierte en una luminosa superficie elíptica. Al lado del bar está un moderno jardín de cerveza, donde hay máquinas de autoservicio de vino y cervezas integradas directamente en las mesas. Encima de cada mesa cuelga una lámpara rectangular de bronce en cuyo interior hay retratos de ojos de mujeres. Así, mientras que el exterior de las pantallas son una referencia directa al bronce y su papel en el Jazz, el interior de estos colgantes sugieren un movimiento clandestino y alternativo en la ciudad de Nueva Orleans.