Arquitectos: Reina Loredo Cansino & Miguel Ángel Bartorila Ubicación: León, Guanajuato, México Año Proyecto: 2012 Fotografías: Ademir Franco
Área Proyecto: 1,200 m2 Colaboradores: Erick Julián López Louvet, Rodrigo Aguilar Valdivia, Bernardo Blázquez Mota, Ruth Cárdenas del Rio Ingeniería Estructural: Filemón Torres Guerrero Consultoría Técnica: Jesús Enrique Zafra Díaz
El proyecto para el Museo Universitario de la Universidad De La Salle Bajío, MIM, Mi Museo Universitario De La Salle, busca introducir al campus universitario un objeto arquitectónico que haga partícipe a los habitantes de León, Gto. del sentido de responsabilidad de la identidad regional, a través de la revalorización del arte y la artesanía. Así, se propuso el museo como un edificio contemporáneo que asumiendo la tradición artesanal revaloriza la identidad.
Ubicado en un punto estratégico del Campus, frente a la torre de rectoría y el aula magna, se propone un edifico aislado, con cuatro fachadas bien diferenciadas, que brinda la posibilidad a encuentros inesperados y perspectivas cambiantes según se desplazan los visitantes. El acceso al edificio es a través de una rampa que se extiende hasta casi tocar la puerta del campus, para después perforar el volumen macizo y llegar al corazón del museo: un patio. Espacio que recupera la atmósfera doméstica tradicional.
La forma resultante del reciclaje de un pabellón de aulas, construido hace más de treinta años, se traduce en un volumen cerrado envuelto en ladrillo, una caja de vidrio y un cuerpo que se despliega por encima de los límites de la estructura existente. El volumen de ladrillo alberga las colecciones de arte y artesanía regional, la caja de vidrio funciona como vestíbulo y, como elemento de transición, se despliega una estructura ligera con perforaciones que disuelven la relación entre interior y exterior.
Uno de los desafíos más importantes del proyecto era transformar un bloque estándar de aulas, de 1200.00 m2, moduladas en claros de 8.0 metros y alturas interiores de 2.95 metros, en un edificio contemporáneo que alojara los usos de un museo. En relación a la estructura existente se adecuaron espacios, conservando y consolidando las estructuras mixtas, muros y marcos, y los nuevos espacios se soportaron sobre estructuras livianas. Así mismo, se optó por la reutilización y optimización de espacios existentes, como baños y taller, logrando conservar 779.00 m2 de la estructura del edificio original.
En cuanto a la definición espacial el proyecto se aprovecha de la situación del emplazamiento, en una pendiente, organizándose en dos niveles. El programa del museo se compone de cuatro salas de exposición, un depósito visitable, un taller, oficinas, tienda y servicios sanitarios, que se configuran a través de un recorrido guiado que lleva a los visitantes a un desplazamiento cargado de sorpresas donde se juega con la relación dentro-fuera.
La expresión del edificio se basa en el uso de tres materiales en fachada: ladrillo tradicional, lámina de aluzinc y vidrio. El ladrillo se utilizó como una envolvente del edificio existente, está piel manifiesta la expresión tradicional del material a través de celosías que dotan al espacio interior de iluminación. Para sostener esta piel se creó una estructura independiente sostenida con soleras cada seis hiladas las cuales se fijaron a la estructura existente. El concepto de celosías se repite en el cuerpo azul de lámina con el uso combinando de áreas con y sin perforación. El vidrio se utilizo con la combinación de acabados transparente, traslucido y blanco.
Finalmente, cabe destacar la adecuación de una estructura existente para crear un pórtico que jerarquiza el acceso al campus y da escala al museo.
