Visitamos la muestra de México en la Biennale de Venecia, la cual tuvo lugar en el frontis de la Iglesia de San Lorenzo, la cual pasará a ser el lugar permanente de exhibición para México por los próximos nueves años, una vez que sea restaurada gracias a un acuerdo entre el gobierno y la Comune di Venezia.
En esta primera ocasión el espectacular espacio de la Iglesia de San Lorenzo aún no está en condiciones para garantizar la seguridad de los visitantes, sin embargo, puede garantizarse la visión hacia la restauración, enfocándose en ‘Cultura en construcción’, que es el lema de la muestra.
La selección de proyectos, a cargo del curador de la muestra Miquel Adrià, reúne las intervenciones más recientes en el patrimonio arquitectónico mexicano con propuestas que albergan centros culturales, bibliotecas, museos, galerías, cinetecas, plazas, parques y demás espacios para la cultura. Exponiendo las 13 obras recientes con las que se enriquece el acervo de instalaciones culturales contemporáneas alojadas en edificios preexistentes, mostradas en la instalación mediante videos y láminas dispuestas a lo largo del acceso. Durante la inauguración Miquel nos comentó que la gente del barrio estaba muy contenta, ya que esta Iglesia había estado cerrada al público esperando ser restaurada, y finalmente ahora podrían volver a visitarla.
Algunas de ellas intervienen edificios de valor histórico, catalogados y protegidos, como el Centro Cultural de España que amplía un antiguo palacio del siglo XVII, el Centro de las Artes en San Luís Potosí en una antigua cárcel panóptica de finales del siglo XIX, elCentro Cultural de San Pablo en Oaxaca insertado en un palacio del siglo XVI, la ampliación del edificio colonial que alberga el Museo Amparo de Puebla, el rescate delMonumento a la Revolución y de la Plaza de la República, la remodelación del Museo Rufino Tamayo, y sobretodo, el conjunto de bibliotecas de los escritores y diplomáticos más destacados de la literatura del pasado siglo, en la antigua Ciudadela que da lugar a laCiudad de los libros y la imagen de la ciudad de México.
Otros proyectos proveen de instalaciones contemporáneas a viejos galpones y bodegas convertidos en espacios para el arte como la Tallera Siqueiros de Cuernavaca, el Centro Cultural Elena Garro, la Galería Kurimanzutto y la Cineteca Nacional de la ciudad de México, mientras que otros complementan con equipamientos culturales jardines y parques urbanos, como el Museo Laberinto de las Ciencias y las Artes de San Luis Potosí y elJardín Botánico de Culiacán. Con ello se da una panorámica del Common Ground mexicano, donde la diversidad de propuestas y generaciones enfocadas a construcciones culturales es una muestra en sí de su propia riqueza.