- Área: 465 m²
- Año: 2012
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Fotografías:Hector Vazquez
Este fue un proyecto muy interesante porque los clientes, una pareja de fotógrafos profesionales y ampliamente interesados y estudiosos de las cuestiones espirituales y practicantes de la meditación, nos contactaron con la idea de elegir un lote para construir un complejo turístico, de pocas unidades y albergar su propia casa en san Martín de los Andes. Desde el inicio entablamos una afectuosa amistad que enriqueció el resultado del proyecto.
Con un presupuesto acotado pero con ganas de ofrecer un espacio realmente interesante y confortable, los asesoramos en la compra de un lote en Altos del Sol, barrio ubicado junto al centro de San Martin de los Andes, pero que permite disfrutar de excelentes vistas y de un escenario más verde y arbolado que el que puede encontrarse en el centro de la ciudad, ideal para un destino turístico. El lote era prometedor pero difícil de apreciar a simple vista. Una pendiente pronunciada hacia el centro del mismo, un ojo de agua que lo atravesaba durante todo el año, y una cantidad asombrosa de arboles de gran altura lo dotaban de características realmente interesantes. Afortunadamente todos apostamos a que el lote sería realmente sorprendente y no nos equivocamos.
Trabajamos en el proyecto de cuatro unidades turísticas, 3 de las cuales tienen dos dormitorios y una unidad accesible con un dormitorio. La vivienda permanente cuenta con dos dormitorios, baño, toilette, sala de estar, comedor-cocina integrados, lavadero, área de administración y la recepción del Apart hotel.
Aprovechando el desnivel del lote ubicamos las áreas sociales en un nivel superior, desde donde se tenía un fácil acceso a las unidades. El estar comedor y cocina, integrados en un ambiente, tendrán excelentes vistas hacia el paisaje propio del lote y del entorno más lejano. Desde este nivel una escalera conduce al nivel inferior donde dispusimos un hall íntimo con salida a un deck que se expande a nivel con el jardín. En este nivel inferior se encuentran los dormitorios y el baño principal.
La vivienda para la pareja es funcionalmente similar a las unidades del Apart hotel pero con particularidades espaciales y dispuesta en un volumen independiente, que en un su totalidad se aprecia como un único conjunto.
Espacialmente, la planta superior se destaca por los grandes ventanales que capturan el paisaje y por el techo que se eleva en un lucernario, el que captará la luz de la tarde filtrada a través de los árboles del entorno.
Una vez comenzada la obra, el lote desplegó toda su potencialidad mediante la limpieza de algunos árboles que por su altura representaban una amenaza para la construcción. La madera de los mismos, robles pellín y pinos Oregón, son usadas para revestimientos, decks y mobiliario fijos. Las vistas se ampliaron increíblemente y el arroyo central tomó una presencia muy fuerte que se destacará con el diseño del jardín.
Tanto el interior como el exterior, son trabajados con materiales nobles, pensando en la economía y en la calidad. Optamos por revestir en madera el nivel superior, con el fin de utilizar aquella que provenía de los árboles que debían voltearse. La estructura de estos muros se realizó con una retícula de madera y fueron aislados con espuma de poliuretano proyectada, al igual que los techos de chapa blanca. De esta manera se logra una excelente aislación térmica.
La piedra, colocada asemejándose a las pircas, destaca los volúmenes.
La chapa blanca la utilizamos como cierre del proyecto y actúa como techo y cerramiento vertical a la vez, intencionado aun más el trabajo volumétrico del conjunto.
Lo construido y la naturaleza se irán complementando a lo largo del tiempo, una gran cantidad de pequeños arboles como cerezos, robles, y demás especies, crecerán con gran fuerza gracias a la apertura lumínica. El agua que recorre el lote con sus variaciones de caudal y sonidos, ayudarán en el proceso e irán marcando la presencia de las diferentes estaciones a lo largo del año.