- Área: 18350 m²
Cerdà planificó el Ensanche de Barcelona disponiendo una serie de zonas verdes que equipaban el territorio, pero la progresiva densificación de la nueva ciudad que se construía acabó con dichas previsiones iniciales. La creación reciente de parques en esta zona no es posible sin la demolición previa de grandes edificios desafectados que se transforman en espacios públicos. Éste es el caso de los Jardines del Príncipe de Girona, que ocupan el solar donde antes se ubicaban unos cuarteles.
Con una superficie de algo más de 2 Ha., el proyecto del nuevo jardín se genera a partir del espacio arbolado que configuraba el patio central del cuartel. El recinto cuadrado original ha sido ampliado de manera notable manteniendo los plátanos y creando una gran explanada donde sean posibles las actividades de todo tipo.
En ella se sitúa una lámina de agua de 1.900 m2 cuyo juego cambiante de luz y reflejos constituye el foco de atracción del jardín y del barrio. Entorno a la misma, grupos de pinos bajo los cuales se disponen una serie de bancos permiten establecer zonas de luz y de sombra que cualifican de manera distinta el espacio sin impedir su utilización para actividades colectivas.
Los desniveles entre esta explanada central y las calles del entorno se salvan a través de una serie de terrazas y macizos arbustivos que recuerdan la tradición agrícola de los bancales. Cada grupo de terrazas es ocupada por una misma especie vegetal con características de floración y color específicas, de manera que el jardín esté puntuado de color a lo largo de casi todo el año y se convierta en un paisaje vivo y cambiante.
Pero para que el jardín se convierta en punto de encuentro para el barrio ha de disponer de una correcta vinculación con el entorno. A tal fin cuatro rampas pavimentadas con piedra natural enlazan las calles inmediatas con el centro del espacio. Otros caminos secundarios -rectilíneos y con pavimento de madera- conectan una serie de plataformas -también de madera- que, situadas entre los bancales de flor, ofrecen espacios sosegados en los cuales abstraerse de la ciudad del entorno.