Desde GG nos han enviado un nuevo numero de su ya celebre serie Conversaciones ; en el cual Juan Maria Songel sostiene una conversación con el destacado arquitecto alemán Frei Otto, reconocido por su trabajo e investigación en el diseño de estructuras ligeras, tales como el Estadio Olímpico de Munich o su mas reciente colaboración, la nueva Estación Central de Stuttgart realizada con Ingenhoven Architects
Ademas el libro presenta un elocuente texto de Otto “Fundamentos de una arquitectura del mañana” publicado el año 1997, en el cual da cuenta de su posiciona teórica respecto a la arquitectura y al labor de los arquitectos.
Un interesante texto que aborda temas de indudable interes y actualidad, que cobran plena vigencia en la arquitectura del siglo XXI.
Leeemos del extracto de la introducción:
Arquitectura
La arquitectura es antiquísima, tan antigua como el hombre constructor. Hasta hoy no ha necesitado de un modo imprescindible del arquitecto. El arquitecto existe desde hace unos 6.000 años y el ingeniero constructor desde hace unos 150. Durante milenios, la arquitectura jugó, si no el papel central, sí al menos un papel fundamental en todas las culturas, en la técnica, en las ciencias naturales y en el arte. La división entre arte y ciencia es relativamente nueva. En el transcurso de la historia, las funciones del arquitecto fueron creciendo y con ello la especialización de todas las profesiones necesarias para construir. El arquitecto necesitó la ayuda del científico minucioso y con dotes matemáticas en el campo de las ciencias naturales. Se dice que la arquitectura es la ‘madre de las artes’; el ingeniero es su hijo, que ahora reclama la independencia.
El arquitecto hoy
La conciencia ecológica es una novedad en el ámbito de la arquitectura; ha aparecido para proteger no sólo a los hombres, sino también la vida en su conjunto. En este sentido, el conocimiento de la evolución individualizada de las formas en todas las áreas de la naturaleza, de la técnica y del arte juega un papel importante, es un terreno donde el arquitecto tiene su nuevo gran cometido. Si no conoce los procesos de la evolución de la forma, el arquitecto carece del control de su propio quehacer; debe conocer la diferencia entre lo que hace y lo que ocurre en los procesos autónomos. En el campo de la física recibe el apoyo del ingeniero; en el de las ciencias humanas carece tanto de conocimientos como de colaboradores necesarios, no porque falte voluntad de colaborar, sino porque quienes se dedican a las ciencias humanas se han especializado, y como especialistas no se encuentran en condiciones de ayudar respondiendo a las demandas actuales y trascendiendo las fronteras de las disciplinas. El arquitecto también está solo en el ámbito de las ciencias naturales, pues ya no existe la figura del científico generalista. Así pues, sin serlo en el sentido convencional, tiene que actuar como científico. Esto es válido especialmente para las áreas de la biología, la etología y la ecología.
Desde la antigüedad, la esencia de la profesión del arquitecto ha permanecido inalterada. El arquitecto compone la forma exterior e interior y dirige la construcción; él debe tener ideas y ser inventor, debe poder comprender y asesorar a la gente y, además, actuar como buen diplomático y juez de paz. Sin embargo, recientemente se han producido cambios; la mayor parte de los arquitectos actuales más destacados son directores que adaptan las invenciones y las ideas de otros para, en ocasiones, dar forma a algo nuevo a partir de ello. No obstante, los arquitectos más importantes de nuestro tiempo siguen siendo los compositores que inventan nuevas formas y estructuras, sentando las bases intelectuales para la resolución de nuevos cometidos.
En una época como la nuestra, que está orientada hacia la economía, se considera al arquitecto a la antigua usanza como algo cada vez más superfluo. En gran parte ha sido suplantado por proyectistas que ofrecen todas las prestaciones del proyecto, incluidas las funciones del arquitecto y del ingeniero. Los estudiantes de arquitectura e ingeniería que hemos formado, a menudo acuden a los despachos de algunos proyectistas porque piensan alcanzar allí las fuentes de la arquitectura.
El arquitecto autónomo ‘normal’, preocupado por la arquitectura primordial de la vivienda, intenta seguir como hasta ahora se había hecho. Su reputación social se ve actualmente perjudicada injustificadamente; se lo rebaja a imitador de formas poco creativo o a chiflado que proyecta alejado de la realidad y no se le confía el cumplimiento de los presupuestos y los plazos. Este tipo de ‘pequeño’ arquitecto se defiende desesperadamente ante esta difícil situación; no está a la altura de los cada vez más injustos métodos para conseguir encargos, especialmente cuando éstos se presentan como justos bajo un camuflaje democrático.’
Copyright del texto: sus autores Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL
Índice de contenidos:
Fundamentos de una arquitectura del mañana. Frei Otto Una conversación con Frei Otto Frei Otto, investigador de los procesos de génesis de la forma. Juan María Songel Créditos de las ilustraciones
96 pp 20 x 14 cm Rústica Español
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