Descripción enviada por el equipo del proyecto. Charroux es un pueblo del siglo XVII y forma parte del patrimonio de los pueblos más bellos de Francia. Una antigua ciudad fortificada y punto destacado del comercio medieval. Hoy en día, el pueblo se parece a un museo congelado en otra época, donde el tiempo parece haberse detenido.
Una reunión, un proyecto, un granero del siglo XVII y conocimiento. Se comparte la pasión del lugar mediante un restaurante que combina lo más destacado del país y el patrimonio cultural. El granero está hecho de tradicionales paredes de piedra, tres aberturas que se enfrentan a la naturaleza mirando hacia el Norte, un suelo de tierra arcillosa, y una estructura completamente recuperada con sus azulejos originales. Un marco repleto de historia.
Para reestructurar el granero en un restaurante implica, sobre todo, preservar el medio ambiente histórico del lugar, manteniendo un respeto a lo que ya existe y dejando vivir su propia vida. La creación de las aberturas en el frente sur, invitan a la luz, y a la ampliación del interior en el jardín.
Una actitud humilde y respetuosa nos libera de las paredes y del esqueleto para interferir con modestia en el espacio. Dos cuerpos, la cocina y el comedor, hechas con soportes de madera, aislados, fuertemente reforzadas y recubiertos con madera se enfrentan entre sí. Puesto sobre una cubierta de madera y conectando el interior al exterior, las aberturas de los volúmenes se extienden en las distintas perforaciones del granero, permitiendo que el suelo continúe desde el restaurante hacia la terraza, la cual es la única intervención visible desde la calle.